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Cartel de Sinaloa

Narco relata fríamente sus asesinatos y llora al ver la casa con zoológico privado que le expropiaron

Harold Mauricio Poveda Ortega, alias ‘El Conejo’, era un distribuidor de drogas que en México movía cargamentos del Cartel del Norte del Valle. En la corte describió sus crímenes y solo se quebró al ver las imágenes de la lujosa casa con animales exóticos en la Ciudad de México que le quitó el gobierno.
Publicado 2 Feb 2023 – 02:08 PM EST | Actualizado 2 Feb 2023 – 02:48 PM EST
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El sanguinario Harold Mauricio Poveda Ortega, un narcotraficante colombiano que servía de enlace entre el Cartel del Norte del Valle y el de Sinaloa, confesó sin reparo que había ordenado asesinatos y secuestros. Afirmó sin inmutarse que fue torturado por policías mexicanos en 2010. Su estilo narrativo incluso hizo reír a quienes lo escucharon testificar en una corte federal de Nueva York.

Pero el rostro de ‘El Conejo’, como le apodan, cambió cuando la fiscalía federal presentó un video que el acusado, Genaro García Luna, entonces titular de la Secretaría de Seguridad Pública de México, difundió a los medios de su país en 2008. Eran las imágenes de una lujosa residencia de Poveda Ortega en la Ciudad de México, que le decomisaron luego de un fallido intento por capturarlo.

“Es mi casa, era mi casa”, dijo con la voz quebrada y limpiándose las lágrimas.


Alias ‘El Conejo’ contó en la corte que se hizo de varias propiedades en su prolífica carrera criminal, en la que asegura haber traficado hasta un millón de toneladas de cocaína a Estados Unidos, lo cual le habría dejado una ganancia estimada de 3,000 millones de dólares.

Pero aquella localizada en la calle Camino Real de Temascatitla, en la colonia Santa Rosa Xochiac, rumbo a la zona conocida como Desierto de Los Leones, pudo adornarla a su completo gusto, con todas las excentricidades que se le ocurrieron, como adquirir animales en peligro de extinción.

En un video del periódico El Universal que se mostró en el tribunal, se observa un pequeño zoológico integrado por leones africanos, panteras, tigres, un hipopótamo y un mono. Había una alberca en el centro de unas cabañas adornadas con finos acabados en madera y piedra, estatuas y la réplica de una armadura de caballero medieval. Un puente colgante llevaba a un cuarto de sauna en forma de caverna.


El operativo ordenado por García Luna se realizó “mientras celebraban una fiesta”. Identificaron a los asistentes como traficantes colombianos vinculados a la organización criminal de los hermanos Beltrán Leyva. Se desarrollaba en esos años una guerra entre ese clan y el Cartel de Sinaloa. ‘El Conejo’ se había aliado con los primeros y García Luna, según este y otros testigos, tomó partido con el segundo grupo.

“Estábamos en guerra”

Poveda Ortega logró escapar de “la mansión de la fantasía”, como la describió este miércoles en la corte, por el lugar donde estaban los tigres blancos. “¡No abran!”, ordenó antes de desaparecer, mientras policías llamaban a la puerta.

Su padre y otros familiares que departían al ritmo de cumbias no lograron huir y quedaron bajo custodia. La nota de El Universal informa que ese día la Policía federal detuvo a 24 personas, pero más tarde liberó a nueve, al confirmar que eran cocineros y encargados de la música.

Esa fue la última vez que ‘El Conejo’ estuvo en el inmueble, que recordó nostálgico como “una casa que hice a mi gusto, a mi imaginación; una casa muy bonita”. Le había invertido entre 6 y 7 millones de dólares. No está claro qué pasó con la propiedad.


Hasta que fue extraditado a Estados Unidos él confirmó que se había tratado de un golpe de sus enemigos. El narco Jesús ‘El Rey’ Zambada, quien meses atrás lo había ayudado a escapar por el aeropuerto de la Ciudad de México, porque los Beltrán Leyva querían asesinarlo, le dijo que él había dado la información sobre la casa a García Luna para que hicieran el operativo policial.

Ambos capos se encontraron en una furgoneta en Washington DC, cuando eran trasladados a una corte federal. Los dos iban a declarar en el proceso criminal contra Alfredo Beltrán Leyva, alias ‘El Mochomo’, quien ahora cumple una condena a cadena perpetua en la prisión de máxima seguridad ADX Florece.

“Me puso (entregó) ‘El Rey’”, dijo Poveda Ortega, quien agregó que en aquel encuentro inesperado en DC hicieron las pases. Así justificó Zambada su deslealtad: “Conejito, usted sabe que estábamos en guerra. Usted era quien le producía dinero a Arturo (Beltrán Leyva, líder de su clan). Solo olvídate de ello, tranquilo, actúa como si no hubiera pasado nada”.

Como muestra de que ya todo estaba perdonado, ‘El Rey’ le prometió enviarle a su celda un disco compacto con sus canciones, pues tras las rejas había desarrollado un nuevo talento. “Se había vuelto compositor dentro de la prisión”, dijo ‘El Conejo’ sobre su antiguo socio.

“Ganó mucho dinero con los Beltrán Leyva”

Poveda Ortega, quien fue el sexto testigo en el juicio de García Luna, terminó sus declaraciones este jueves. En el contrainterrogatorio con la defensa legal del exfuncionario, este reconoció que había incumplido un acuerdo con la Fiscalía de no cometer un delito siendo un colaborador del gobierno. Lo hizo al darle un soborno de miles de dólares a un custodio de la prisión donde estaba detenido.

Contó, además, que supo que Arturo Beltrán había secuestrado a García Luna porque temía que este había pactado con el Cartel de Sinaloa después de la ruptura. Luego lo liberó. Arturo Beltrán murió en un operativo realizado por infantes de Marina en el estado de Morelos en 2009.


Dos años después de la redada en la que perdió su residencia en la Ciudad de México, el 4 de noviembre de 2010, la policía arrestó a Poveda Ortega. Fue presentado hasta el día siguiente a los medios, para que lo videograbaran y fotografiaran, un estilo que estableció García Luna en su gestión y que ya no se hace.

La agencia policial de García Luna informó en su momento que ‘El Conejo’ se inició en el narcotráfico en el año 2000 al servicio de un grupo criminal liderado por Diego León Montoya, alias 'Don Diego', realizando labores de enlace entre el Cartel del Norte del Valle y el de Sinaloa.

Sus cargamentos ingresaban a México por las costas de los estados de Chiapas y Guerrero, tras partir del Pacífico colombiano y haber hecho escala en Costa Rica.

En la corte neoyorquina, el testigo aseguró que ganaba entre 3 y 4 millones de dólares por cada 10 toneladas de cocaína que lograba traficar a EEUU. Ese le permitió hacerse de varios bienes y de más de 100 relojes de lujo, cuyo valor estimó hasta en 4 millones de dólares.

“Ganó mucho dinero con los Beltrán Leyva, ¿verdad?”, preguntó el abogado defensor César De Castro en el contrainterrogatorio. “Muchísimo”, respondió el capo sudamericano.

En 2012, ‘El Conejo’ fue extraditado a este país y se declaró culpable de cargos de narcotráfico. Ahora espera su sentencia y que le impongan una multa de un millón de dólares, lo cual sería un premio por su amplia colaboración con el Departamento de Justicia.

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