Con sus constantes declaraciones incendiarias en redes sociales, Dmitry Medvédev, expresidente de Rusia y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad, se ha convertido en una de las voces más provocadoras del Kremlin.
Quién es Dmitry Medvédev, el volátil expresidente ruso cuyas amenazas contra EEUU llevaron a Trump a desplegar dos submarinos nucleares
El funcionario ruso ha protagonizado una escalada retórica que ha tensado las relaciones entre Rusia y Occidente, aunque no siempre fue así. Su papel dentro del Kremlin ha ido transformándose con el paso del tiempo

La intensidad de sus amenazas nucleares ha sido tal que hace unos días llevó al presidente Donald Trump a ordenar el despliegue de dos submarinos nucleares como medida preventiva .
Medvédev fue visto como un reformista moderado durante su presidencia que tuvo lugar entre 2008 y 2012, pues impulsó tratados con Occidente y permitió la entrada de Rusia en la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Sin embargo, desde la invasión rusa a Ucrania en 2022, adoptó un discurso agresivo y hostil.
Hoy, a falta de poder real, usa las redes sociales para lanzar amenazas, atacar a líderes occidentales e insinuar el uso del sistema nuclear ruso “Dead Hand”, lo que ha encendido las alarmas políticas y militares en Washington.
Medvédev, de presidente reformista a sombra de Putin
Durante su presidencia, Medvédev buscó modernizar Rusia y acercarse a Occidente. En 2010 firmó el Tratado New START con el expresidente estadounidense Barack Obama para la reducción de armas nucleares.
También concluyó la adhesión rusa a la OMC tras 18 años de negociación.
Sin embargo, estas iniciativas quedaron limitadas. Opiniones de analistas recogidas por Reuters, señalan que Vladimir Putin, quien fungió primer ministro en ese periodo, pues no podía reelegirse luego de dos mandatos consecutivos, mantenía el control efectivo del país.
Su intento de combatir la corrupción y fortalecer el Estado de derecho fue superficial, y su mandato también se vio marcado por la breve guerra con Georgia en 2008, cuyo inicio se atribuyó a sí mismo, aunque, según expertos , hay indicios de que Putin ya la había planificado.
Después de dejar la presidencia en 2012, Medvédev asumió el cargo de primer ministro, un puesto que ocupó hasta 2020. Durante estos años, su protagonismo político fue decreciendo progresivamente, a medida que Putin retomaba la presidencia y consolidaba su poder absoluto.
Aunque formalmente jefe del Gobierno, Medvédev fue percibido más como un administrador subordinado y un activista técnico sin autonomía real para definir la política rusa.
La caída política de Medvédev y su resurgimiento como portavoz beligerante
Tras perder influencia al ser relevado como primer ministro en 2020, Medvédev fue asignado a un rol consultivo en el Consejo de Seguridad, sin poder real. Sin embargo, con la invasión de Ucrania en 2022, renació como un portavoz bélico en redes sociales, atacando duramente a Occidente y Ucrania, usando lenguaje insultante y amenazando incluso con armas nucleares.
En mayo de 2024, dijo que sería un error fatal que Occidente dudara de la disposición rusa para usar armas nucleares tácticas. También habló del potencial de atacar a países hostiles con armas nucleares estratégicas.
Se refirió a los ucranianos como "cucarachas" y llamó al presidente Volodymyr Zelenskiy criminal, drogadicto, bicho raro, piojo y rata. En enero de 2023, acusó al primer ministro japonés de vergonzosa sumisión a Estados Unidos.
¿A qué se debe el cambio radican en la actitud de Medvédev?
Más allá de la búsqueda de relevancia política que se cree que Medvédev busca, existen varias hipótesis para explicar la actuación de Medvédev como “perro de ataque” del Kremlin.
Nikolay Mitrokhin, investigador de la Universidad de Bremen, dijo a Al Jazeera que la primera consiste en que, tras no poder postularse a otro mandato en 2012, el expresidente comenzó a beber y “se degradó”.
La segunda plantea que simplemente se “haciendo el tonto” y sigue una táctica similar a la que aplicó el líder soviético Nikita Khrushchev para sobrevivir bajo su predecesor Joseph Stalin “y competir por el trono del Kremlin después de la muerte de su jefe”. Y la tercera explicación es que Medvédev siempre siempre ha sido un personaje “muy vil y belicoso”.
Esta última es la que Mitrokhin considera la más viable, aunque aclara que Medvédev solo actúa dentro de los límites que Putin le autoriza.
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