"Al que no lucha, lo fusilan frente a sus compañeros": excomandante del Grupo Wagner revela las atrocidades de la guerra en Ucrania
Apenas habían pasado diez días de haber firmado un contrato como voluntario con el Grupo Wagner en julio de 2021, cuando Andrei Medvedev recibió el encargo de cruzar la frontera y establecerse con un grupo de combatientes cerca de Bajmut, ciudad clave en la región de Donetsk, en el este de Ucrania.
Siete meses después, en febrero de 2022, empezaría por orden del presidente Vladimir Putin la invasión de Rusia a Ucrania. A Medvedev, un exmilitar ruso de 26 años de edad, le tocó ver en primera línea la atrocidades de la guerra cometidas por la organización de mercenarios a la que se atribuyen las últimas victorias rusas en el frente.
Desde Noruega, donde está solicitando asilo tras haber desertado, el excomandante dio una entrevista a la cadena CNN en la que afirma que el Grupo Wagner que dirige Yevgeny Prigozhin, oligarca ruso a quien se le conoce también como 'el cocinero de Putin', actúa con sus hombres como si fueran "carne de cañón".
"Acorralaban a los que no querían luchar y los fusilaban delante de los recién llegados", denuncia. "Trajeron a dos prisioneros que se negaron a ir a luchar, los fusilaron delante de todos y los enterraron justo en las trincheras que habían cavado los aprendices".
Al sexto día de su despliegue en Ucrania ya sabía que no quería volver a ese país tras ver cómo se desarrollaban las acciones.
Prisioneros combatientes como "carne de cañón"
Un pase de prensa falso creado por una ONG lo ayudó a escapar de Rusia. Afirma que eludió ser detenido "al menos diez veces" y esquivó las balas de las fuerzas rusas. Cruzó Noruega por encima de un lago helado utilizando camuflaje blanco para pasar desapercibido, contó a CNN.
Después de su experiencia en el frente en Ucrania, Medvedev afirma que el Grupo Wagner carecía de estrategia e improvisaba sobre el terreno.
"No había ninguna táctica real. Solo recibíamos órdenes sobre la posición del adversario... No había órdenes definidas sobre cómo debíamos comportarnos. Solo planeábamos cómo actuar, paso a paso. Quién abriría fuego, qué tipo de turnos tendríamos... Cómo resultaría era nuestro problema", dijo.
Comenzó con diez hombres bajo su mando, número que aumentó cuando se permitió la entrada de prisioneros en el grupo, según explicó: "Había más cadáveres, y cada vez entraba más gente. Al final tenía a mucha gente bajo mi mando", dijo. "No podía contar cuántos eran. Estaban en constante circulación. Cadáveres, más prisioneros, más cadáveres, más prisioneros".
Denunció además que a los prisioneros que se alistaron se les dijo que sus familias recibirían una paga de cinco millones de rublos (unos 71,000 dólares) si morían en la guerra.
Pero en realidad "nadie quería pagar esa cantidad de dinero", dijo Medvédev. Muchos rusos que murieron luchando en Ucrania fueron "simplemente declarados desaparecidos", precisó.
Según información de la Casa Blaca, el Grupo Wagner cuenta con cerca de 50,000 combatientes en Ucrania, el 80% de ellos provenientes de prisiones.
El gobierno estadounidense adelantó hace algunas semanas que designará al grupo como una importante organización criminal transnacional, con el propósito de que se puedan aplicar sanciones más duras a sus líderes, y de restringir su capacidad para hacer negocios en todo el mundo.