El movimiento para pedir explicaciones al gobierno de Donald Trump por la desaparición de casi 1,500 menores inmigrantes que fueron entregados a familias tras llegar a la frontera con México no deja de crecer.
Republicano culpa a los padres por niños de la frontera desaparecidos: "Perdemos gente todo el tiempo"
El exsenador Rick Santorum afirmó que el gobierno no debe ser responsable por la desaparción de cerca de 1,500 menores que llegaron a suelo estadounidense y fueron colocados en familias por las autoridades.

Numerosos políticos demócratas ( como el congresista por Texas Joaquín Castro, que ha llamado a una manifestación, o la senadora por California Kamala Harris, que ha cuestionado al Departamento de Seguridad Nacional -DHS- sobre este tema) han mostrado su preocupación sobre el destino de estos niños que quedaron inicialmente bajo la custodia de las autoridades estadounidenses.
I demanded answers from DHS Secretary Nielsen about the Trump Administration's immoral policy of separating children from their parents at the border & ports of entry last week. Her answers were beyond insufficient. pic.twitter.com/2g2vo7EBJd
— Kamala Harris (@SenKamalaHarris) May 26, 2018
También representantes republicanos han expresado su preocupación. El senador Rob Portman, de Ohio, criticó lo sucedido citando un caso en el que supuestamente ocho menores han caido en manos de traficantes de personas.
"Estos niños, independientemente de su estatus migratorio, merecen ser tratados de manera correcta, sin abusos o ser traficados", dijo Portman.
Sin embargo, no todas las reacciones han mostrado esa compasión por los menores. El exsenador republicano por Pennsylvania Rick Santorum, no tiene la misma opinión y rechazó que el gobierno tenga ningún tipo de responsabilidad.
Por ponerlos en peligro
Santorum señaló directamente a los padres de los niños como los responsables por poner a sus hijos en peligro al empujarlos hasta la frontera con Estados Unidos para conseguir asilo. El republicano sostuvo que los padres tienen una "obligación moral" de asegurarse que los hijos no caigan en las manos de autoridades migratorias.
"En algún momento, los padres tienen que hacerse responsables por sus hijos", sostuvo Santorum en la cadena CNN, donde participa como comentarista político.
Pese a que el gobierno ha reconocido que no puede localizar a los cerca de 1,500 menores desaparecidos, Santorum defendió el programa al sostener que los niños son entregados a familias "cualificadas". En todo caso, no vio problema en la cifra y rebatió que estén desaparecidos afirmando que simplemente las autoridades "no han sido capaces de encontrarlos". Asimismo, restó importancia al sostener que "perdemos gente todo el tiempo en un gran número de programas gubernamentales".
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"La cuestión es que (los funcionarios) no se han comunicado con las familias que previamente pasaron un proceso de verificación. ¿Significa eso que están perdidos? No, significa que hay un proceso que está en marcha en estos momentos para intentar y encontrar a esas familias que no se han reportado", subrayó.
Sin embargo, añadió: "Pero la idea de que el 100% de esas familias se van a reportar, desde luego que no es el caso".
"El resto no se sabe dónde están"
La polémica comenzó a gestarse luego que Steven Wagner, de la división sobre Niños y Familias del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), reconoció ante el Senado los hechos el pasado mes de abril.
Según contó, se le perdió el rastro a 1,475 niños cuando la Oficina de Reasentamiento de Refugiados hizo llamadas a las familias de acogida desde octubre de 2017 hasta el final de ese año para chequear cuál era la condición de los niños.
De octubre a diciembre de 2017, el HHS llamó a 7,635 niños que la agencia había colocado con familias, y encontró que 6,075 de los niños aún vivían con sus patrocinadores; 28 se habían fugado, cinco habían sido deportados y 52 vivían con otra persona. El resto no se sabe dónde están
Desde entonces, el Departamento de Salud y Servicios Humanos argumenta que no es responsable por esa desaparición.
Entre las explicaciones que se han ofrecido está el que los niños son enviados con sus propios familiares y que algunos deciden esconderlos para evitar así su deportación.
This is a moral abomination, and a national shame. We’ll be covering it tonight. pic.twitter.com/oJxREV5kA1
— Chris Hayes (@chrislhayes) May 25, 2018
Sin embargo, han aparecido testimonios de padres hispanos que desconocen dónde están sus hijos. "Mi nombre es Mirian (...) Funcionarios de la frontera me separaron de mi hijo E.G.M. de 18 meses cuando llegamos a la frontera con Estados Unidos el 20 de febrero de 2018", se lee en un documento publicado por el periodista de MSNBC Chris Hayes.
"No he visto a mi bebé desde hace un mes y estoy muy ansiosa por volver a reunirme con él", sigue el testimonio de esta mujer hondureña. Según su relato, "mi hijo estaba llorando y lo puse en el asiento. No tuve la oportunidad de consolarlo (...) Lloro incluso ahora cuando pienso en ese momento en que los agentes fronterizos se llevaron a mi hijo (...) Lloro aún cuando pienso en ese momento en el que los oficiales de la frontera se llevaron mi hijo".
Pese a que los niños desaparecidos están considerados como "no acompañados", es decir, no llegaron a la frontera con familiares, los críticos recalcan que este es el resultado de las duras políticas migratorias de la administración Trump.
Sessions avisó precisamente desde la frontera que el gobierno iba a separar a los niños de sus padres cuando llegaran a Estados Unidos. "Hoy estamos aquí para enviar un mensaje al mundo de que no vamos a dejar que el país se vea abrumado", dijo Sessions a principios de mayo.
"He establecido una política de tolerancia cero para la entrada ilegal en nuestra frontera sur. Si cruzas la frontera de manera ilegal, te procesaremos. Es así de simple", subrayó.
Unos días después, Kirstjen Nielsen, secretaria de Seguridad Nacional, defendió ante el Senado la práctica y llegó a pedir al Congreso que acabe con numerosas leyes o programas que favorecen a los inmigrantes.







