Los migrantes que aguardan en México sus casos de asilo deberán esperar más tras extenderse la restricción en la frontera
Las esperanzas de conseguir asilo en Estados Unidos para miles de personas que aguardan en México, primero por las largas colas en los tribunales de inmigración y luego por la pandemia del coronavirus, recibieron otro duro golpe este lunes cuando los gobiernos de ambos países, y Canadá, anunciaron otros 30 días de cierre fronterizo para viajes no esenciales.
La medida incluye a los peticionarios de asilo.
“El daño que esto causa vuelve las cosas muy complicadas”, dice a Univision Noticias Soraya Vásquez, directora de la organización Families Belong Together capítulo México, en Tijuana. “La gente se encuentra viviendo en condiciones muy difíciles, porque quienes habían logrado tener un trabajo informal, obviamente ya no lo tienen debido a la pandemia”, agrega.
Vásquez dijo, además, que “sin ingresos y sin una fecha probable para ver si los van a llamar, y ante la incertidumbre de si les van a aprobar sus pedidos de asilo, la situación les genera mucho estrés”.
“No tienen forma de sobrellevar esta crisis”, agregó la activista. “La poca ayuda que reciben del gobierno mexicano no es suficiente. Y a medida que epidemia avance, las asistencias irán disminuyendo. Muchos están frustrados, la desesperanza crece”, lamenta.
La mayoría de los miles de migrantes que aguardan en la frontera huyeron de sus países a causa de la violencia y la pobreza y llegaron hasta ella en busca de asilo, un recurso legal disponible.
El otro muro de Trump
Para algunas organizaciones que defienden los derechos de los inmigrantes en Estados Unidos, el cierre de la frontera con México para los casos de asilo debido a la pandemia “también es parte de la política de este gobierno de levantar un muro”, dice a Univision Noticias Matt Adams, director legal del Proyecto de Derechos de Inmigrantes del Noroeste, en Washington.
Agregó que, si bien la medida tiene que ver con los esfuerzos para combatir la propagación de la pandemia de coronavirus, “las personas tienen que saber que este presidente dijo que iba a hacer todo lo posible por prohibir, bloquear el camino de los migrantes que huyen de sus países para buscar asilo en Estados Unidos".
Este nuevo cierre de la frontera por otros 30 días “aumenta el sufrimiento de estas personas y también incrementará las colas en los tribunales de inmigración, ya que muchos procesos también fueron postergados”, explica.
“Al final”, dijo Adams, “el gobierno estará creando otro muro para detener la llegada de inmigrantes que, por ley, tienen derecho de pedir asilo y que un juez de inmigración decida sus permanencias en el país. Eso dice el debido proceso”, indica.
A la pregunta respecto a qué consejo brinda a las personas que aguardan al otro lado de la frontera, Adams dijo que “como su abogado no puedo decirle que aguante al otro lado porque para muchos es imposible aguantar más tiempo. Ellos mismos deben decidir dónde van a estar más seguros, si ahí donde están ahora o en otro lugar. Son tiempos muy difíciles para estas personas”.
Más de 60,000 migrantes en un limbo
La prórroga del cierre fronterizo fue anunciada por ambos gobiernos de forma simultánea.
“En estrecha colaboración, Estados Unidos México y Canadá han acordado extender las restricciones a los viajes no esenciales a través de sus fronteras compartidas por 30 días adicionales”, dijo el secretario interino del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), Chad Wolf. Desde México, el canciller Marcelo Ebrad lo ratificó.
La medida de emergencia “afecta principalmente a las personas que llegan a la frontera en busca de asilo”, dijo Alex Gálvez, un abogado de inmigración que ejerce en Los Ángeles, California. “No los van a dejar pedir el beneficio. Los van a regresar a México”, agregó. Lo mismo sucederá con los inmigrantes que traten de llegar por la frontera con Canadá.
En marzo, poco antes del anuncio del cierre parcial de la frontera sur, México había advertido que no aceptará que Estados Unidos devuelva a migrantes que no sean ni mexicanos ni centroamericanos, y que exigiría respetar el Programa de Protección del Migrante (MPP) activado en enero del año pasado.
En los 15 meses de vigencia, el MPP ha regresado a México a más de 60,000 migrantes para que esperen en ese país la resolución de sus casos de asilo en Estados Unidos. La oposición de México, sin embargo, no prosperó.
La organización de derechos humanos Human Rights Watch había advertido que el plan del gobierno de Trump de devolver de inmediato a México a todos los solicitantes de asilo que cruzan entre los puertos de entrada sin ningún examen de sus reclamos de protección “viola las protecciones de los derechos internacionales y de Estados Unidos”.
La organización dijo que todo indicaba que el gobierno estaba utilizando la pandemia del coronavirus para desmantelar aún más el sistema de asilo, sujeto a constantes ataques desde que Trump llegó a la Casa Blanca en enero de 2017.