Gobierno de Biden planea presentar acciones legales contra Texas por las boyas instaladas por Abbot en el río Bravo

El Departamento de Justicia (DOJ) comunicó al estado de Texas que estudia presentar una acción legal por la instalación de una polémica barrera fronteriza flotante a base de boyas en el Río Bravo con el objetivo de detener la inmigración indocumentada, según reportes de medios estadounidenses.

La boya forma parte de una controvertida política migratoria del gobernador Greg Abbott, basada en los principios de tolerancia cero del expresidente Donald Trump, quien criminalizó la presencia indocumentada en el país, una falta de carácter administrativo.

“El Departamento de Justicia le dijo a Texas el jueves que tiene la intención de presentar una acción legal contra la colocación de barreras flotantes en el Río Grande como parte de la operación del estado a lo largo de la frontera entre Texas y México”, reportó la cadena CNN citando fuentes cercanas y una carta obtenida por su mesa de redacción.

La misiva de notificación fue enviada por el ministerio al gobernador Abbott el jueves por la noche. El estado tiene todavía plazo para responder a la notificación.

“Las acciones del estado de Texas violan la ley federal, plantean preocupaciones humanitarias, presentan riesgos graves para la seguridad pública y el medio ambiente y pueden interferir con la capacidad del gobierno federal para llevar a cabo sus funciones oficiales”, indica la carta citada por CNN y medios locales de Texas.

Acción independiente de otra investigación

El paso dado por el DOJ es independiente de una evaluación en curso llevada a cabo por el gobierno en torno al maltrato que el gobierno de Texas estaría dando a los inmigrantes en la frontera, luego de una denuncia esta semana que el estado estaría obligando a sus agentes de orden público devolver a los migrantes que cruzan el Río Brazo e incluso negarles agua potable a aquellos que lo necesitan, sobre todo en medio de una intensa ola de calor en la zona.

Ante las denuncias, publicadas el lunes por la Crónica de Houston, el DOJ dijo en un correo electrónico a Univision Noticias que “el informe (de la denuncia de malos tratos) es preocupante y, de ser cierto, es cruel e inhumano”.

La oficina de prensa del DHS dijo además que “hacer cumplir la ley de inmigración es una autoridad federal, y el DHS sigue dando prioridad al bienestar de las personas con las que nos encontramos y las que están bajo nuestra custodia a través de la implementación de nuestro plan para administrar de manera segura y humana la frontera suroeste. Podemos hacer cumplir nuestras leyes y tratar a los seres humanos con dignidad”.

Hasta el mediodía del viernes, la oficina del gobernador Abbott no ha emitido declaraciones respecto a la carta enviada anoche por el Departamento de Justicia.

El ministerio ha presentado demandas por asuntos relacionados con la frontera, entre ellas contra el estado de Arizona por colocar contenedores de envío a lo largo de la frontera con México, medida que tomó el entonces gobernador republicano Doug Ducey como una afrenta a las políticas de inmigración de Biden.

Tanto Arizona, bajo el gobierno de Ducey, como Texas, con Abbott, acusan al gobierno de Biden de haber provocado una "invasión de inmigrantes" en la frontera, postura que se contradice con los números de arrestos registrados en junio y que evidencian la capacidad del gobierno para frenar el cruce indocumentado a niveles que no se han visto desde que Biden llegó a la Casa Blanca en enero de 2021.

Duras críticas a la política migratoria de Abbott

Tras la instalación de las boyas y la denuncia respecto a no permitir la entrada de inmigrantes que vienen en busca de asilo o negarles agua potable, organizaciones que defienden los derechos de los inmigrantes lanzaron duras críticas a la política migratoria del gobernador Abbott, quien tiene planes de batallar por la nominación presidencial del Partido Republicano en 2024.

"Nuestras leyes y políticas deben basarse en nuestros valores, incluida la decencia básica, los derechos humanos y la forma en que tratamos incluso a los más vulnerables que lo necesitan”, dijo Mario Carrillo, cerente de campañas de America's Voice en Texas.

El activista agregó que “los valores de Texas han sufrido bajo el gobernador Abbott ahora que las consecuencias de su último truco político han quedado claras. Aquí es donde conduce la espiral de deshumanización de los inmigrantes: políticas que lastiman a las personas”.

Por su parte, Dani Marrero Hi, subdirector de La Unión del Pueblo Entero, dijo que “las políticas inhumanas del gobernador Abbott en la frontera no tienen fondo. Los informes son horribles: niños que se desmayan, bebés lactantes que son empujados a la fuerza al río, que niegan agua a las personas durante un verano sin precedentes y una mujer que sufrió un aborto espontáneo mientras estaba dolorosamente atrapada en un alambre de púas colocado por las tropas”.

“El gobernador Abbott parece obsesionado con lastimar a los niños migrantes. ¿Por qué si no ordenaría al DPS de Texas que empujara a bebés y niños pequeños inocentes de regreso al Río Grande, donde el despliegue de boyas y alambre de púas ha aumentado las tasas de ahogamiento y muerte?”, se preguntó Marisa Limón Garza, directora ejecutiva del Centro de Defensa de Inmigrantes de Las Américas (LAIAC).

La congresista federal por Texas Verónica Escobar (demócrata), comentó que la política migratoria de Abbott se trataba de una “monstruosidad absoluta que no tiene en cuenta las vidas de los niños y las madres vulnerables”.

El diario The New York Times dijo que durante más de dos años, el gobernador Abbott ha seguido una estrategia cada vez más agresiva en la frontera, al enviar miles de soldados de la Guardia Nacional y policías para patrullar el río Bravo poniendo a prueba los límites legales de la acción estatal sobre inmigración. Pero que en los últimos días el estado ha sobrepasado los límites hasta ahora vistos.