El fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, catalogó de "cínica" la propuesta que el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, hiciera a su par Nicolás Maduro de enviarle los 252 venezolanos expulsados por Estados Unidos y actualmente encarcelados en una cárcel para pandilleros, a cambio de la liberación de una misma cantidad de "presos políticos".
Fiscal de Venezuela tacha de "cínica" la propuesta de Bukele de un canje de venezolanos expulsados por EEUU por presos políticos
El presidente Nayib Bukele propuso a su par venezolano, Nicolás Maduro, un intercambio: devolver a los venezolanos deportados por EEUU a cambio de que Venezuela libere a prominentes presos políticos. El fiscal Saab no se mostró abierto a la propuesta y aseguró que exigiría a la Corte Suprema de El Salvador información sobre los migrantes encerrados en la cárcel para pandilleros.

"Como fiscal general de Venezuela solicito de manera inmediata la lista completa con la identificación de todos los detenidos y su estatus judicial así como también la fe de vida y el informe médico de cada uno de los secuestrados", se lee en el comunicado publicado por el fiscal en las redes sociales del Ministerio Público de Venezuela. En él condena que los venezolanos se encuentren "detenidos arbitrariamente y en condición de desaparición forzada".
Aseguró que enviaría comunicaciones a la Fiscalía de El Salvador y a la Corte Suprema "interpelándolos" sobre los delitos cometidos por los venezolanos encarcelados, si fueron presentados ante un juez, si han tenido acceso a un abogado y si se les ha permitido comunicarse con alguien desde que fueron detenidos.
Este domingo, Bukele propuso al régimen de Nicolás Maduro enviarle a la totalidad de los venezolanos encerrados en el Centro de Confinamiento para Terroristas (Cecot) a cambio de que ellos liberaran al mismo número de presos políticos. En la petición, abogó por prominentes figuras de la oposición venezolana, como la activista de derechos humanos, Rocío San Miguel, y el periodista Roland Carreño. Además incluyó al yerno del líder opositor Edmundo González Urrutia, a los venezolanos asilados en la embajada de Argentina en Caracas y a 50 ciudadanos de distintas nacionalidades arrestados por Maduro.
En su comunicado en X, Bukele —que en noviembre reconoció que había arrestado al menos a 8,000 inocentes en su guerra contra las pandillas— plantea su acuerdo a Maduro al decirle que los detenidos por El Salvador en el Cecot "han asesinado, otros han cometido violaciones", mientras que los presos políticos de Venezuela están encarcelados sólo por ser opositores.
El intercambio entre estos gobiernos ocurre en momentos en que El Salvador se encuentra bajo fuerte crítica por aceptar a venezolanos expulsados por el gobierno de Donald Trump acusados — sin evidencias y sin la posibilidad de defenderse ante un juez— de pertenecer a la pandilla Tren de Aragua. Desde la llegada de estos 252 venezolanos, han sido encerrados en la cárcel para pandilleros creada por Bukele, el Cecot, sin que puedan tener acceso a sus abogados y familiares.
Ocurre también mientras la Corte Suprema y cortes inferiores en Estados Unidos han bloqueado temporalmente las expulsiones de venezolanos sin que se les dé la oportunidad y "tiempo razonable" para pelear en corte estas acusaciones de ser pandilleros.
Las polémicas expulsiones de venezolanos a El Salvador
A principios de este año, el mandatario salvadoreño aceptó recibir a los inmigrantes que Estados Unidos quisiera deportar, independientemente de su nacionalidad, pero pidió al gobierno de Trump que también envíe a los cabecillas y sicarios de la Mara Salvatrucha requeridos en El Salvador.
En marzo, la Casa Blanca deportó a cerca de 250 personas, la gran mayoría de ellos venezolanos sin documentación legal para permanecer en Estados Unidos bajo sospecha de ser miembros de la pandilla Tren de Aragua. Para ello, Trump emitió una proclamación invocando un estatuto del siglo XVIII escrito para situaciones de guerra, conocido como Ley de Enemigos Extranjeros, que el país no había sido utilizado desde la Segunda Guerra Mundial.
El gobierno de Trump envió a los venezolanos a El Salvador pese a que un juez federal ordenó bloquear estas deportaciones y a que ninguno de los inmigrantes ha sido acusado ni condenado.
Human Rights Watch acusó recientemente a Estados Unidos y El Salvador de la desaparición y detención arbitraria de venezolanos expulsados y denunció que las autoridades salvadoreñas y estadounidenses no han dado información a los familiares del paradero de los deportados.
La controversia no ha hecho más que continuar tras revelarse que un salvadoreño llamado Kilmar Ábrego García fue expulsado por error, acusado sin evidencias de ser un pandillero de la MS-13 y pese a que un juez estadounidense halló hace unos años que corría riesgo si era deportado a su país.
Las críticas continuaron el domingo, cuando el arzobispo de El Salvador, José Luis Escobar Alas, instó a Bukele a no permitir que el país centroamericana se convierta en una gran prisión internacional. A pesar de la controversia, Bukele sostuvo el domingo que todas las personas que ha mantenido en prisión eran parte de una operación contra pandillas, como el Tren de Aragua, en Estados Unidos.
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