Es falso que se haya demostrado una conexión de causa y efecto entre la administración de vacunas en niños y el desarrollo en ellos de trastornos del espectro autista (TEA), como afirma un artículo que circula en internet y que nos llegó como consulta al chatbot de elDetector.
Es falso que se haya probado que las vacunas causen autismo, como dice un artículo que circula en WhatsApp
A través del chatbot de elDetector nos consultaron sobre si existe una relación entre las vacunas y el autismo. Las autoridades sanitarias indican que la evidencia muestra que no es así. (Haz clic aquí para chatear con nosotros y enviarnos lo que quieras que verifiquemos).

El artículo con la falsedad, cuyo título es “Los 100 mejores científicos del mundo confirman que las vacunas causan autismo”, alega que las vacunas que se administran a los niños son la causa de distintos trastornos, entre ellos el autismo. “Las vacunas son el motor principal detrás de la epidemia de autismo que se ve en América”, dice el texto.
Al revisar la información que existe al respecto en la página web de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y en la de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), así como en un estudio publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de los Institutos Nacionales de Salud (NIH, en inglés), elDetector verificó que las autoridades sanitarias no consideran que haya una relación causal entre las vacunas y el autismo. La idea de esta supuesta correlación nace de un estudio fraudulento y ya desacreditado.
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Entre las causas del autismo no están las vacunas
Entre las causas del autismo, según la Organización Mundial de la Salud, no están las vacunas. “Datos epidemiológicos disponibles demuestran de forma concluyente que no hay pruebas de una relación causal entre el autismo y la vacuna contra el sarampión, la parotiditis y la rubéola”, dice la institución.
La OMS también señala que no hay prueba alguna de que las vacunas que contienen aluminio (que ayuda al cuerpo a desarrollar una inmunidad más fuerte) o tiomersal (un conservante que previene el crecimiento microbiano que no se incluye en vacunas para menores de seis años) aumenten el riesgo de autismo. Las revisiones de los datos, apunta la organización, “han concluido firmemente que las vacunas no incrementan dicho riesgo”. Esto es reforzado por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), que destacan que “los estudios siguen demostrando que las vacunas no están asociadas a los TEA”.
Por otra parte, en un artículo científico sobre mitos y controversias alrededor de las vacunas y el autismo, incluido en la Biblioteca Nacional de Medicina de los NIH, se afirma que los mitos de que las vacunas están asociados al autismo han sido “amplificados por científicos equivocados, grupos de padres eficientes pero frustrados y políticos”. Asimismo, el texto advierte que no vacunarse expone a las personas a contraer enfermedades que no se habían presentado hace mucho tiempo en la población.
En cuanto a si “los 100 mejores científicos del mundo” dijeron algo acerca de la supuesta relación entre vacunas y autismo, el artículo no da sus nombres, ni detalla el título del documento o estudio que supuestamente avalaría esa afirmación. Una búsqueda de palabras clave en Google (en inglés y en español) y Bing (en inglés y en español) no arrojó resultado alguno, aparte de la desinformación, que indique que los “cien mejores” científicos del mundo hayan declarado que hay algún tipo de vínculo entre las vacunas y el autismo.
El artículo desinformante alega que hay una “epidemia de autismo en América”, pero los CDC señalan que si bien existe un aumento en la cantidad de personas a quienes se les ha diagnosticado, “no está claro de manera exacta en qué medida este incremento se debe a una definición de TEA más amplia o a que han mejorado los esfuerzos de diagnóstico”.
¿De dónde sale el supuesto vínculo entre vacunas y autismo?
La relación entre vacunas y autismo nació, según un artículo publicado en Clinical Infectious Diseases, de una investigación fraudulenta difundida en la revista científica The Lancet en 1998. En esta, se vinculaba la vacuna triple vírica al desarrollo de autismo y colitis en niños tras estudiar doce casos.
Ese estudio fue retirado por la revista en febrero de 2010, 12 años después de su publicación, porque presentaba fallas científicas y éticas. Su autor cometió actos fraudulentos durante su realización, como alterar datos del historial clínico de sus pacientes para que encajaran con su hipótesis, según se reveló.
En un estudio de 2008 –firmado por el entonces director del Centro Nacional para la Investigación de Inmunización y Vigilancia de Enfermedades Prevenibles por Vacunación de Australia, Peter McIntyre, y la investigadora Julie Leask– se señala que a pesar de haber pasado una década y tener "evidencia abrumadora para refutar dicho vínculo" entre vacunas y autismo, “algunas personas, sin embargo, todavía se niegan a que sus hijos sean vacunados”. La publicación, además, indica que en el Reino Unido e Irlanda hubo un aumento en los casos de sarampión entre 1998 y 2007: de 56 a 971 al año en menos de una década.
Conclusión
Es falso que se haya comprobado que las vacunas tienen algún tipo de relación causal con la presencia de trastornos del espectro autista (TEA) en niños. La información disponible en la Organización Mundial de la Salud (OMS), en los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y en un estudio publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina de los Institutos Nacionales de Salud indica que ni las vacunas, ni los compuestos que usan, tienen incidencia en el desarrollo de autismo. Lee aquí cómo escogemos y asignamos nuestras etiquetas en elDetector.
Fuentes
Búsqueda en Google con las palabras clave “top 100 scientists autism vaccine” y “100 científicos vacunas autismo”. 1 de junio de 2023.
Búsqueda en Bing con las palabras clave “top 100 scientists autism vaccine” y “100 científicos vacunas autismo”. 1 de junio de 2023.
Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. La vacunación como causa del autismo: mitos y controversias. 19 de diciembre de 2017.
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Trastornos del espectro autista: preguntas frecuentes. Actualizado el 26 de abril de 2022.
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Datos y estadísticas sobre el trastorno del espectro autista. Actualizado el 2 de marzo de 2022.
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Los CDC publican las primeras estimaciones de la cantidad de adultos que viven con un trastorno del espectro autista en los Estados Unidos. Actualizado el 7 de abril de 2022.
Organización Mundial de la Salud. Autismo. 29 de marzo de 2023.
British Medical Journal. El artículo de Wakefield vinculando la vacuna triple vírica y autismo era fraudulento. 6 de enero de 2011.
The Lancet. Retracción: Hiperplasia nodular linfoide ileal, colitis inespecífica y trastorno generalizado del desarrollo en niños. 6 de febrero de 2010.
Clinical Infectious Diseases. Vacunas y autismo: una historia de hipótesis cambiantes. 15 de febrero de 2009.
Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos. Mejorar la aceptación de la vacuna MMR. 28 de febrero de 2008.
Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Adyuvantes y vacunas. Actualizado el 27 de septiembre de 2022.
Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos. Tiomersal y vacunas. Actualizado el 1 de febrero del 2018.
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