El regreso de Trump a Facebook, ¿estamos preparados?

Crédito: Arte: Arlene Fioravanti.
Si hay una cosa clara sobre el anuncio de que el expresidente de Estados Unidos Donald Trump volverá a tener un perfil en Facebook e Instagram es que el mundo está delante de la primera oportunidad de demostrar que ha aprendido mucho con esa experiencia y que ahora sabe neutralizar a un mitómano. ¿Estamos listos para esto? ¿Qué estrategias desarrollamos?
Al iniciar el proceso de regreso de Donald Trump a las plataformas, Meta buscó enseñar que ha tomado muy en serio el episodio del 6 de enero de 2021 en Washington DC. La empresa anunció una serie de medidas de contención, bautizadas como "guardrails", para vigilar los mensajes del expresidente.
Si Trump vuelve a publicar contenidos violentos, sus publicaciones serán borradas y él podrá ser impedido de usar las plataformas otra vez. Dependiendo del caso, puede perder acceso por un periodo que se extiende de un mes a dos años. Si publica contenidos que cuestionan los resultados de las elecciones o que promueven las teorías de conspiración de QAnon, podrá perder el derecho de monetización e incluso el botón de "compartir". Este material tampoco llegará a los demás usuarios de las redes.
La duda ahora es cómo se portarán los demás stakeholders (implicados) de toda esta historia. Empecemos por la prensa.
En los "guardrails" previstos por Meta, no hay nada que prohíba a Trump atacar a la prensa y a los periodistas, como lo hizo centenares de veces. Y esto puede significar el regreso de aquella cobertura noticiosa que vimos entre 2016 y 2020 y que estaba excesivamente enfocada en él. Es hora de que los periodistas dejen claro que ya no caerán en la trampa de Trump, qué serán capaces de no informar sobre su último post en redes sociales o su última transmisión en directo.
Trump sigue siendo una figura relevante en el escenario político de Estados Unidos, pero ya no ocupa ningún puesto público. Así que las redacciones deben ver sus posts en redes sociales con el tamaño que tienen. Si Trump publica en Facebook o en Instagram sobre Corea del Norte, Irán o sobre el desempleo en Estados Unidos, este contenido importa mucho menos ahora que cuando estaba en la Casa Blanca –y da igual el absurdo que diga.
El mismo desafío lo tienen los fact-checkers. Cada vez que hacen una verificación, ellos de hecho ponen al político en el centro de las atenciones. Y un mitómano con experiencia puede jugar con esto. Así que el retorno de Trump a las redes sociales demandará de los fact-checkers –más que nunca– la capacidad de escoger qué verificar.
Y la cosa no es muy diferente para el ciudadano común. Trump no ha sido el primero ni será el último político en usar estrategias sensacionalistas y mentirosas para llamar nuestra atención. Es nuestro deber recordar que las redes sociales funcionan a base de algoritmos y que cuanto más interactuemos con un perfil o una publicación, más relevancia ganan.
Me permito, por lo tanto, sugerir una vez más el uso consciente del silencio estratégico y este no es un arma difícil de utilizar. Esta táctica consiste básicamente en callar ante una falsedad que parece viralizarse por las redes y/o apps de mensajería.
En una guía publicada por el instituto de investigación InternetLab y la ONG Redes Cordiais, ambos de Brasil, se explica en detalle este concepto.
“La decisión de no publicar, publicitar o notificar sobre un contenido es tan importante como la decisión de hablar sobre el tema en internet. Y esto se debe a que la elección de publicar o no sobre un hecho o un determinado tema (ya sea un texto, un video, un audio o una imagen) puede resultar en la amplificación o silenciamiento de voces, narrativas e ideas”.
Y aquí van algunas medidas sencillas que todos podemos adoptar el día que Trump vuelva a publicar:
- Cuando veas que su post trae contenido falso, violento, negacionista o antidemocrático, no lo compartas. Si lo hicieras, aunque criticando, estarías dándole más vida, más visibilidad. Si quieres criticarlo por sus absurdos, un resumen basta. Amplifica la verdad.
- Si ves que Trump usa imágenes o videos manipulados, toma un pantallazo y coloca una "X" encima del contenido. Es importante que tus seguidores, tus amigos y familiares sepan en instantes que un contenido es falso o engañoso.
- Si vas a hablar de Trump en las redes sociales, no etiquetes su cuenta. No acortes el camino entre el desinformador y aquellos que están a tu alrededor. Es buena práctica dejarles solos, en la oscuridad.
Que episodios como el ataque al Capitolio no vuelvan a pasar nunca más y que nadie en este país vuelva a fallecer por no vacunarse.
Cristina Tardáguila es directora de ICFJ y fundadora de Lupa.
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