Retrasarnos no es una opción y llegar tarde es inaceptable. Somos personas puntuales que vivimos en un mundo de impuntuales donde ocurren muchas cosas que nos impacientan, ¿con cuáles te identificas?

La gloriosa segunda década se nos escapa de las manos y muchos de nuestros «adorables» amigos comienzan a atormentarnos con la llegada de los 30. «Te falta menos para cumplir 30, ¿cómo te sientes?», es una de las clásicas preguntas molestas que ninguno de nosotros desea contestar. Pero antes de entrar en pánico por la llegada de la tercera década deberíamos pensar: ¿qué tan malo puede ser?

La convivencia lo tiene todo: risas contagiosas, tristezas avasallantes, peleas repentinas, felicidad inmediata, abrazos fuertes, besos cariñosos. Y lo más importante es saber lidiar con cada una de las emociones que surgen.

Si eres de los que se siente cansado todos los días, todo el tiempo, incluso después de haber dormido... entonces, eres de los míos. No importa cuánto café tomemos, o cuantas siestas durmamos, ¡sentirnos cansados es parte de nuestro ser! Y nunca faltan quienes nos viven criticando por quejarnos todo el tiempo de que nos duele todo y que necesitamos descansar.

Las selfies, ¿quién no las ama? Son uno de los mejores inventos que ha traído la nueva era de la tecnología y nadie puede negarlo. La foto frontal en la que puedes moverte para tener la toma perfecta…

Cuando llega el momento de irnos a vivir solos nos invade la alegría. Una nueva etapa en nuestra vida comienza y sentimos muchas emociones juntas. El primer día que te mudas, después de despedir a tus familiares y a tus amigos que te ayudaron con la mudanza, te recuestas sobre unos cartones que envolvían la heladera. En ese instante, en completa soledad, miras a tu alrededor y ves que sólo tienes una mesita, ¡ah! Y la heladera.