Más de 250 agentes participan en la intensa búsqueda por Francisco Oropesa, el sospechoso de haber cometido la masacre, mientras que el gobernador de Texas, Greg Abbott, enfrentó una polémica por sus declaraciones después de la tragedia, en las que se refirió al estatus migratorio de las víctimas.

Abogados señalaron que Francisco Oropesa Pérez-Torres debió haber sido acusado criminalmente cuando fue detenido la segunda vez después de haber regresado tras una deportación. Pero fue deportado otras dos veces y volvió a entrar por quinta vez sin papeles y se quedó ilegalmente en el país. Ahora lo buscan a nivel nacional.

Wilson García, quien perdió a su esposa y a un hijo de 9 años en el tiroteo en Cleveland, Texas, contó que pudo salvarse al saltar por una ventana de la casa y huir hacia un sector con árboles, aunque el atacante le disparó unas cinco veces.

Wilson García cuenta la aterradora noche que vivió el pasado viernes cuando un vecino enfurecido y armado con un fusil ingresó a su casa, mató a su esposa, su hijo de 9 años, un joven de 18 y dos mujeres que salvaron a sus hijos menores cubriéndolos con ropa. "No más imagínate qué se siente, cómo andamos ahorita", dijo el hombre entre lágrimas.

"Ahora mismo no tenemos ninguna pista", dijo James Smith, el agente especial del FBI al mando de la búsqueda del sospechoso Francisco Oropesa, un mexicano de 38 años. Unos 200 agentes rastrean un área de 20 millas a la redonda, hacen revisión de vehículos y tocan puerta por puerta.