Estrenada en el año 1992, la serie animada X-Men fue el segundo intento por llevar a los héroes mutantes de Marvel Comics a la pantalla chica y, gracias a sus fantásticos guiones, el diseño de su estética y la presencia de cientos de personajes de los cómics; se convirtió en un show de culto que está entre las series más vistas y mejor criticadas de la historia de la animación.

Estrenada en 1992, Batman: The Animated Series fue un programa de enorme éxito que se volvió objeto de culto a lo largo de los años y dio origen al llamado Universo Animado de DC que incluía a las series de Superman: The Animated Series (1996), Batman Beyond (1999), Justice League (2001), entre otras.

A fines de 2017, Netflix estrenó Stretch Armstrong & the Flex Fighters, una serie animada que, tras un primer vistazo, parecía no tener demasiado para ofrecer al competitivo mundo de la televisión juvenil. Sin embargo, Stretch Armstrong logró sorprender, no solo por ser bastante entretenida, sino por mantener un estilo que recuerda mucho a las animaciones de los años 90 con las que muchos de nosotros crecimos.

«Hay una escena de Los Simpson para todo» se solía decir.

ReBoot fue un show que a principios de milenio capturó nuestra atención gracias, en principio, a sus increíbles efectos visuales (para la época, pues) y por su historia. Todos nos quedamos con un vacío existencial tras su final.

Formando parte de un pack de series basadas en creaciones de Marvel, Spider-Man (1994) rápidamente se volvió una de las más exitosas y la más longeva en lo referente a shows inspirados por el trepa muros; con cinco temporadas en su haber; esta serie animada fue la primera en adaptar varios guiones del cómic original, incluyendo historias sumamente oscuras y personajes nunca antes vistos en la pantalla que, a pesar de tener una alto grado de censura en su contenido violento, basto para convertirse en una de las series más vistas y recordadas de los 90.