Uno de animes más populares en últimos tiempos es Attack on Titan (Shingeki no Kyojin), por su interesante premisa sobre unas gigantes criaturas que en cualquier momento pueden atacar la ciudad amurallada donde viven nuestros protagonistas.

En el anime shonen, la mayoría de los héroes son un ejemplo de rectitud y perseverancia, ya que son capaces de sacrificar cualquier cosa con tal de lograr su objetivo o el bien común.

Después de casi 12 años de publicación, Shjingeki no Kyojin, uno de los mangas más exitosos de todos los tiempos, llegó a su final.

El fan art es una de las formas de expresión más buscadas en la cultura pop, pues cada día miles de artistas alrededor del mundo crean piezas impresionantes y de gran calidad, que le roban el aliento a cualquiera.

Shingeki no Kyojin poco a poco se convirtió en todo un fenómeno mundial, debido principalmente a que logra desmarcarse de la mayoría de los estereotipos del género shonen, y a la complejidad de sus personajes.

En un principio, Shingeki no Kyojin parecía que iba a estar protagonizado por el típico personaje de shonen, un chico sin aparentes talentos especiales que gracias a su valor y esfuerzo logró conseguir ser parte de la legión de exploración, pero que además posee un poder oculto que lo convertirían en la esperanza de la humanidad.