X-Men: te decimos cuál es el secreto del éxito de la serie animada de los 90

Para quienes crecimos en los 90, uno de nuestros mejores recuerdos sin duda envuelve a la serie animada de los X-Men (1992). Este programa fue parte de un pack de series que empezaron a ser transmitidos los sábados a la mañana en un bloque del canal Fox dedicado al público infantil.

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X-Men duró 5 temporadas, lo que la convierte en una de las adaptaciones de cómics más longevas, junto con  Spider-Man (1994), principalmente en una época donde las animaciones se empezaron a producir en grandes cantidades y se volvió un mercado muy competitivo.

Esta serie se volvió un éxito de época y objeto de culto, que, junto con  Batman: The Animated Series (1992), fomentó el consumo de cómics por esos años y abrieron la puerta a mas producciones animadas basadas en personajes tanto de Marvel como de DC.

Hoy día, X-Men sigue siendo empleada como punto de comparación cuando se habla de otras series animadas que involucraron a los mismos personajes. Pero ¿cómo fue que se dio esta circunstancia? ¿Cuál es el secreto detrás del éxito de esta serie?

Algunas claves del éxito de la serie de los X-Men

Si nos ponemos a recordar, los elementos  tras el furor de X-Men fueron varios: Como por ejemplo su genial presentación, la cual se mantuvo prácticamente intacta a lo largo de sus cuatro primeras temporadas.

Otro de los factores fueron los diseños de los personajes. Basados en el estilo visual que les había dado el dibujante Jim Lee en la colección de cómics que se empezó a editar en 1991. El artista es el principal responsable detrás de detalles como el cabello a la vista del traje de Cyclops, la silla flotante del Profesor Xavier, la particular forma de vestir de Jubilee, el uniforme entallado de Rogue (gracias Jim Lee) y un largo etcétera.

Imagen Marvel Comics

La animación también fue un factor que volvió a la serie muy popular, principalmente porque el hoy desaparecido estudio Saban supo mantener un nivel de calidad más que aceptable para la época, si tenemos en cuenta que eran episodios semanales y el programa era realizado en diferentes estudios de animación. El resultado fue tan bien recibido que la serie incluso fue transmitida en Japón, un país que –aunque cueste creerlo– considera que lo más destacable de la animación occidental es Walt Disney.

Para ello, se realizaron unas presentaciones nuevas con animación y música original para sustituir la original, además de que varios de los diálogos fueron reescritos y muchas escenas editadas para darle un tono más cómico y satírico. Estos cambios se volvieron a alterar a comienzos del 2000, cuando la serie pasó a manos de otra cadena que volvió a reescribir y editar los capítulos de nuevo, a fin de ser más fieles al original.

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La verdadera razón del éxito de X-Men: los guiones

https://vimeo.com/134603787

Así es, X-Men fue la primera serie animada inspirada por un cómic que tuvo guiones más complejos y un contenido que, sin presentar escenas demasiado agresivas o sugerentes (aunque algo de eso había), podía ser disfrutado por adolescentes y jóvenes adultos. Esto puede verse por el desarrollo de sus personajes y la forma en que se iba sembrando información capitulo a capitulo, que después sería utilizada para retratar de manera personal a cada héroe o villano, sin la necesidad de apelar a una trama lineal para describir el origen del grupo en el primer episodio: la serie empezaba con el equipo prácticamente formado y cada personaje fue siendo conocido poco a poco.

https://vimeo.com/133912225

X-Men además fue el primer show en adaptar a formato televisivo historias, sagas y arcos argumentales completos del cómic original clásico. A veces usaba los mismos títulos, como  The Dark Phoenix Saga o  Days of Future Past, ambas escritas por Chris Claremont y John Byrne. En otras ocasiones utilizó elementos de una trama reconocida para narrar «otra clase» de historia.

Ninguno de estos guiones fue idéntico a la fuente original, sino que tenían su propia idiosincrasia ya que debían adaptarse a la trama principal, la cual –tal vez– estaba ambientada en una época determinada o incluyendo diferentes miembros de los X-Men.

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No era perfecta, ni necesitaba serlo

http://www.dailymotion.com/video/x6a0v4n

Si consideramos que no había un precedente para una serie animada como X-Men, podemos decir que, a pesar de algunos errores de continuidad –hay capítulos que fueron transmitidos fuera de orden– y uno que otro chiste innecesario –había varios de esos–, la serie no perdió casi nada de su brillo.

Sus fanáticos (o al menos gran parte de ellos) siguen considerando que la única «flaqueza» del programa fue su temporada 5. Esta no había sido planeada cuando se realizó el contrato con los diferentes estudios de animación que había empleado Saban, por lo que este tuvo que hacerse cargo del desarrollar los últimos 14 episodios, lo cual se nota por el cambio estético y el ritmo general que adopto el programa.

¿Y tú, recuerdas de la genial serie animada de los X-Men?