Aunque el gobierno del país logró procesar a más de 900 personas para que ingresaran de manera legal, otro grupo atravesó la garita sin esperar el trámite. Las autoridades mexicanas les han ofrecido quedarse a trabajar en su territorio, pero la gran mayoría dice que continuará su camino hacia Estados Unidos.

La mujer se acercó a una de las manifestaciones en Los Ángeles y sacaba la cabeza por la ventana de su auto para gritar frases a favor del muro, asegurando que si se aprueba la iniciativa de Trump ellos no estarían protestando.

En medio de la noche se desató la violencia y cuando volvió la calma los migrantes cruzaron la frontera en pequeños grupos. A los padres, quienes no tenían los documentos de sus hijos, no los dejaron pasar a Guatemala.

Las autoridades guatemaltecas están regresando a todos los hondureños que no tiene documentos en regla, en especial a padres con niños. Varios de los afectados aseguran que les están pidiendo el pasaporte y antes podían cruzar con una cédula que les permitía el paso entre países centroamericanos. Algunos de los migrantes del éxodo masivo que no han podido entrar a Guatemala de manera legal intentan hacerlo a través de los montes y ríos.

El más reciente fue hallado en diciembre, justo cuando el presidente presionaba por los $5,700 millones para poder erigir una barrera con la que frenar la inmigración indocumentada y las drogas. Pero el tráfico de estupefacientes continúa, y no precisamente a la vista, sino bajo tierra.

GoFundMe anunció que la campaña no alcanzó la meta y cambió el objetivo por la que se abrió.