Si en algún momento quisiste hacerte un tatuaje, pero aún no te decidías a que fuera permanente, seguro pensaste en los tatuajes de henna. La henna es un tinte natural que deriva de las hojas de la planta que lleva el mismo nombre. Como solo se filtra en una de las capas de la piel, se utiliza para crear tatuajes semipermanentes.

Cuando uno toma la decisión de hacerse un tatuaje, en la mayoría de los casos cree que va a perdurar la tinta en su piel por toda la vida (o por lo menos esa es la idea).

La tecnología ha permitido lograr avances sorprendentes en todos los ámbitos, incluido el arte corporal. Hasta hace algunos años, las técnicas de remoción de tatuajes podían ser un poco agresivas, algunas de ellas dejando cicatrices anti-estéticas.

Arrepentirse de un tatuajes es algo que puede ocurrir, si bien cuando tomamos la decisión de hacernos un tatuaje, lo ideal sería que perdure con nosotros para siempre. Pero no todas las personas piensan igual y, por suerte para ellos, existen algunas formas de remover la tinta de la piel.

Una pregunta que he escuchado a menudo entre conocidos es por qué los tatuajes no se van con el tiempo si la piel se regenera constantemente. La lógica indica que el dibujo debería irse desvaneciendo, pero, contrario a lo esperado, estos adornos cutáneos tan en moda en los últimos años permanecen con nosotros por toda una vida.

Hoy en día existen diversos métodos clínicos que nos ayudan a remover los tatuajes (aunque lo ideal sería que esto no sucediera), uno de los métodos que está llamando la atención implica el uso de frío para tratar la zona de la piel que contiene la tinta, es por ello que hoy veremos de qué trata la criocirugía: una nueva técnica para remover tatuajes.