La Estrella de Panamá, el tercer diario más antiguo de América Latina, tiene sus días contados desde que su accionista mayoritario fuese incluido en la lista OFAC de Estados Unidos por supuesto lavado de dinero.

Aunque es información valiosa para la ciudadanía, muchas noticias no fueron seleccionadas por los medios de comunicación y, por lo tanto, no fueron ampliamente conocidas por los implicados. Entre ellas hay varios casos de negligencia médica.

El estratega demócrata Luis Miranda asegura que el presidente electo seguirá haciendo "un poco de circo, una manera de distraer de las cosas importantes". Por su parte, Juan Carlos Polanco, analista demócrata, dice que "Trump no quiere saber de la prensa porque se fueron por Hillary Clinton" en las elecciones.

Entre los militares de alto rango, senadores y congresistas que desfilan estos días por la neoyorquina Torre Trump como aspirantes a un posible puesto en el gobierno de Donald Trump, el presidente electo incluyó la tarde del lunes una ronda de reuniones con un selecto grupo periodistas a los que amonestó por su cobertura electoral.

Trump promete una relación conflictiva con la prensa, pero la sociedad parece confiar en que un periodismo fortalecido será la mejor arma para vigilarlo.

Trump tiene difícil cambiar la Constitución o la jurisprudencia del Supremo, pero puede no defender la Primera Enmienda, limitar el acceso de los periodistas y animar a la intimidación.