¿Eres de los que se sonroja con el contacto de sus compañeros de trabajo, tiene problemas para expresar lo que realmente piensa y prefiere pasar desapercibido en la oficina? Entonces este artículo es para ti.

La zona de confort es un sitio —tal y como lo dice su nombre— muy confortable. Cuando nos encontramos dentro de ella nos sentimos seguros y protegidos, algo que nos permite estar cómodos pero que nos priva de lograr todos nuestros objetivos.

Mientras que algunas personas no tienen ningún problema en abrirse ante cualquier desconocido, hay otros que necesitan meses o incluso años para entrar en confianza con quienes los rodean. Para determinadas personas exponerse hacia otros puede sentirse como una situación de vulnerabilidad y un poco debilitante, por eso temen tanto hacerlo.

Hay quienes creen con fe ciega en las predicciones de los signos del zodiaco y quienes piensan que son un montón de patrañas. Aquí no te juzgaremos si crees o no en el zodiaco, pero sí debemos admitir que algunos horóscopos que encontramos son tan generalizados que no te sirven para nada.

Aunque ni siquiera lo notemos, describirnos a nosotros mismos nos resulta mucho más difícil que describir a otra persona. Y esto puede ser irónico, ya que al fin y al cabo no hay nadie que nos conozca mejor que nosotros.

La jerarquía social que viviste en la secundaria y preparatoria sigue afectando tu mente mucho tiempo después de que te graduaste.