No caben dudas de que Stranger Things revolucionó el mercado de las series, demostrando que las aventuras fantásticas aún están vivas. Por eso Hulu decidió apostar a la misma fórmula, pero bebiendo de la fuente directa de la cual se inspiró la producción de Netflix, es decir, Stephen King.

Seguramente, todos los adeptos a los videojuegos recordarán la saga Half-Life —de la cual seguimos esperando la tercera entrega— una historia desarrollada por Valve, que plantea un mundo sumido en una especie de apocalipsis provocado por el llamado «Incidente Black Mesa».

A lo largo de los años, han existido muchísimas adaptaciones cinematográficas de novelas y cuentos de Stephen King, y en realidad esto es bastante lógico, es decir: estamos hablando de uno de los mayores escritores de nuestra época, sus historias merecen ser contadas de una manera tan masiva como lo es el cine.

Como sabemos, 20th Century Fox se encuentra trabajando en un reboot del viejo clásico de horror The Fly, un film extremadamente conocido por el público, gracias a la entrega de 1986 dirigida por David Cronenberg y protagonizada por Jeff Goldblum.

Después de haber creado ese éxito imparable que fue Saw, y de haber probado otros caminos con un par de títulos algo fallidos (Dead Silence y Death Sentence), James Wan volvió a emerger como uno de los nombres más importantes del cine de horror en esta década dirigiendo la dupla Insidious y The Conjuring, cuyo éxito fue visto inevitablemente como la oportunidad del nacimiento de nuevas franquicias, potenciales sagas que, de ser posible, siguieran el camino de Saw.

El encomiable subgénero que podríamos llamar «películas de ataques de tiburones», originado en el clásico e influyente blockbuster de Steven Spielberg, ha experimentado toda clase de variaciones, algunas más serias y algunas más ridículas, pero, sobre todo, ha probado ser un terreno ideal para dar rienda suelta a las premisas más insólitas y exageradas que el cine clase B y de bajo presupuesto se ha permitido imaginar.