La discusión en torno a la temporada 7 de The Walking Dead ha sido monopolizada por el asunto de la víctima de Negan y ese cruel cliffhanger del final de temporada anterior, pero desde que comenzaron a llegar los primeros adelantos e imágenes hay otra cosa digna de destacar: la presencia de Ezekiel y Shiva.

Otro fenómeno increíblemente de moda en Hollywood en estos días es el de hacer series basadas en películas, y aunque este tipo de iniciativas no siempre se reciben de la mejor manera y generan una inevitable desconfianza —sospechas de falta de originalidad, burdo aprovechamiento de un éxito previo o incluso de sacrilegio de una obra reconocida y estimada—, ocasionalmente da sus buenos frutos (Fargo, por ejemplo).

David Benioff y D.B. Weiss, los responsables de llevar las novelas de George R.R. Martin a la pantalla de HBO, han sido desde el principio muy claros respecto a sus intenciones: Game of Thrones no será alargada innecesariamente. Cuando la historia demande un cierre y un final, este ocurrirá.

Hace unos días vimos el homenaje que Los Simpson rindieron en el estreno de su temporada 28 a la popular serie animada de Cartoon Network Adventure Time (Hora de Aventuras), una serie que le debe mucho a la de Matt Groening (como casi cualquier serie animada moderna) pero que también se ha convertido en un éxito de público y un fenómeno de culto por mérito propio, por su frescura y originalidad.

Amazon se está plantando fuerte frente a su competencia —Netflix, esencialmente— con series web de producción propia y de alto perfil, un camino que ya ha recorrido exitosamente con Transparent y Mozart in the Jungle, dos que han sido aclamadas y premiadas.

Si bien Modern Family es una comedia que tiene como principal objetivo divertir al público, a lo largo de sus ocho temporadas ha derribado muchas barreras sociales y estereotipos.