El mandatario hizo el comentario durante una rueda de prensa en Davos, Suiza. En especial, mencionó al jefe de gabinete, Mick Mulvaney, al secretario de Estado, Mike Pompeo, y a su exasesor de Seguridad Nacional, John Bolton.

Algunos de ellos tienen varias décadas en el Congreso y otros están en sus primeros períodos. Sin embargo, su experiencia como litigantes y su conocimiento del caso los llevó a ser los escogidos para acusar al presidente en el tercer juicio político de la historia de Estados Unidos.

Poco antes de volver a Estados Unidos, el presidente expresa una aparente contradicción con los esfuerzos de su equipo legal, y afirma que le gustaría escuchar los testimonios del exasesor de Seguridad Nacional y el jefe de despacho de la Casa Blanca en el juicio político, que además califica de un “fraude total”.

Ya en la madrugada, el Senado aprobó los lineamientos del ‘impeachment’, tras 13 horas de intenso debate en el que ambas partes tuvieron que ser llamadas al orden por el presidente de la Corte Suprema. La mayoría republicana rechazó 11 enmiendas demócratas.

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Durante el primero y largo día de juicio político, John Roberts recordó tanto a los administradores de la Cámara de Representantes y al abogado del presidente que en el Senado "sus miembros evitan hablar de cierta manera y usar un lenguaje que no sea propicio para el discurso civil".