Los activistas estuvieron en vigilia por la muerte de un inmigrante de 51 años, quien falleció mientras estaba bajo la custodia del Servicio de Inmigración y Aduanas y Control (ICE) del Centro de Procesamiento de Servicios de Krome. Pidieron además que se eviten las muertes por el coronavirus en la prisión.

La pandemia ha sido una angustia tras otra para Blanca Olivares, una inmigrante indocumentada de California. Sus ahorros se esfumaron, perdió el ingreso que recibía por un pequeño negocio de renta de artículos para fiestas y su familia fue excluida por el gobierno del cheque de ayuda de 1,200 dólares. Ella registró en más de un centenar de videos para Univision Noticias estos seis meses de viacrucis.

La acusación -que involucra a oficiales de alto rango- indica que varios guardias besaron y tocaron “a la fuerza” las partes íntimas de por lo menos una mujer, una inmigrante indocumentada mexicana que enfrenta una posible deportación la próxima semana.

Según testimonios de inmigrantes indocumentados detenidos en el centro de ICE de Mesa Verde, las autoridades rechazan brindar atención médica inmediata a personas que presentan síntomas. Además, aseguran que mientras esperan los resultados de sus pruebas de covid-19 pasan la noche en los mismos dormitorios con inmigrantes infectados.

José Freddy Guillén-Vega, de 70 años, falleció el pasado 10 de agosto, el día de su cumpleaños, por complicaciones relacionadas con el coronavirus. El costarricense estaba detenido desde hace un mes en las instalaciones de Stewart, en el suroeste de Georgia. Guillén era diabético y sufría de hipertensión, por lo que, según expertos, podía solicitar un parol o libertad condicional, pero sus familiares aseguran que nunca les contestaban o colgaban el teléfono. Más información aquí.

Miembros de la organización Grasroots Lidership mostraron su indignación por la renovación de contrato entre ICE y el centro T. Don Hutto, que se usa para retener a inmigrantes y donde hay señalamientos de abuso físico y sexual, por diez años más.