El lugar tiene capacidad para 500 personas, donde encontrarán comida y podrán pasar la noche. Además, se habilitarán más refugios y centros de atención en la ciudad que funcionarán las 24 horas del día y que contará con personal médico, bomberos y policías.

Muchos inmigrantes prefieren quedarse en su casa y enfrentar la llegada del ciclón antes que evacuar sus casas. El miedo a ser arrestados está latente, aunque ICE dijo que no realizará operativos migratorios en los lugares de evacuación.

El gobernador de Texas Greg Abbott advirtió a las personas que viven en zonas costeras que evacúen sus viviendas lo más pronto posible. Los albergues comienzan a llenarse y, en algunos, se quejan de falta de atención pública.

El alguacil del condado Harris pide a todos los residentes que mantengan la calma. Y que, en caso de que su vivienda o negocio se vea afectado por inundaciones, llamen por asistencia inmediata. "Tenemos barcos y vehículos altos para responder en cualquier parte de la región", afirmó González.

La cercanía de la ciudad con el Río Guadalupe podría provocar inundaciones, pero las autoridades se dicen preparadas.

El Departamento de Bomberos de Miami trasladará camiones, botes, equipos y 20 expertos en rescate a Texas, donde se espera en las próximas horas la llegada del fenómeno meteorológico como categoría 3. La Cruz Roja pide la ayuda de la comunidad con tiempo o dinero.