Sabiendo como sabíamos, basándonos en las temporadas anteriores de Game of Thrones, que el penúltimo episodio de cada temporada suele ser el de mayor intensidad y el que incluye los acontecimientos más importantes, para luego lidiar con sus consecuencias en el final de temporada, aún nunca hubiéramos podido imaginar el impactante y sorpresivo giro del final que nos entregó este episodio de la temporada 3 de Game of Thrones.

Restan tan solo dos episodios para el final de la temporada 3 de Game of Thrones y, en una semana en la que no tenemos un nuevo episodio para discutir (este domingo no hubo), ya surgieron algunas tempranas novedades respecto a la próxima temporada.

La serie que se ha convertido en un atrapante y adictivo fenómeno mundial para millones de espectadores, proviene -como muchos ya deben saber- de la adaptación de las novelas escritas por el autor George R. R. Martin.

Cualquier fanático de Game of Thrones sabe que la aparición de algunos de los personajes total o parcialmente desnudos (sobre todo mujeres) es algo bastante frecuente. Si bien Game of Thrones ha sido ampliamente elogiada y aclamada por la crítica, uno de los puntos en que más se han centrado las críticas negativas es, precisamente, la consideración de que algunos desnudos incluidos en la pantalla podrían parecer innecesarios.

El título de este episodio, The Rains of Castamere (“Las Lluvias de Castamere”), ya fue referenciado en el episodio anterior, en una conversación entre Cersei Lannister (Lena Headey) y Margaery Tyrell (Natalie Dormer).

Quizás se podía esperar que este episodio estuviera algo más cargado de acción y de significativos avances, dado que nos encontramos tan cerca del final de la temporada 3 de Game of Thrones.