Desde la masacre en la Universidad de Texas en 1966 hasta el tiroteo en una secundaria del sur de Houston esta mañana, estas imágenes recuerdan las consecuencias de que las armas de fuego estén en manos equivocadas. Luego de décadas de asesinatos a inocentes en tiroteos masivos, los sobrevivientes del tiroteo del sur de Florida comenzaron el movimiento #NeverAgain ('nunca más' en español) con el que esperan lograr que exista un control más estricto en la venta de armas.

Después de episodios ocurridos desde finales de los 90 hasta la primera década del 2000 en los que murieron decenas de niños víctimas de un asalto con arma en su escuela, estos países implementaron serias prohibiciones sobre el acceso y el porte de armas. Sus legislaciones y la caída en sus reportes de muertes violentas por disparo los hacen países ejemplo para Estados Unidos.

Un informe del Southern Poverty Law Center (SPLC), el cual monitorea los grupos de odio en el país, establece que 13 jóvenes que en los últimos tres años asesinaron por motivos raciales o fueron los autores de matanzas y tiroteos, han sido militantes o simpatizantes del movimiento Alt-Right, el cual promueve la ideología de los supremacistas blancos y apoya las políticas antiinmigrantes del presidente Donald Trump. Entre los 13 cometieron 43 asesinatos e hirieron a 67 personas más en incidentes de odio, incluyendo tiroteos en masa.

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El presidente Trump pidió esta semana 18,000 millones de dólares para construir el muro que además de evitar la inmigración ilegal, asegura, "evitará que gran parte de las drogas ingresen al país". Expertos creen que este puede ser no más que una distracción que permita que los narcotraficantes se la sigan ingeniando para entrar droga de las formas más inesperadas al país.

El curioso incidente sucedió en el vecindario de Gold Coast, donde el sujeto aparentemente se cayó al contenedor cuando intentaba sacar su teléfono celular que su novia había arrojado dentro. El hombre aseguró que estuvo encerrado por 30 minutos en la caja.