En Kensington los adictos a la heroína han podido inyectarse desde hace años libremente. Sin embargo, sus calles ya han sido invadidas por el fentanilo y la llamada ‘tranq’ o xilazina, un fármaco de uso veterinario que literalmente come carne.

Kensington ha ido cambiando su rostro por el consumo de drogas cada vez más potentes: de la heroína, pasando por el fentanilo, hasta la xilazina.

El servicio de transporte BART ofrece servicios en cinco condados de la bahía y, por ello, cuenta con 20 especialistas que buscan ayudar a atender a quienes presentan sobredosis por fentanilo. “Hemos visto personas que usan mucha droga y después sufren con sobredosis y les deben dar medicina como Narcan”, explicó Armando Sandoval, equipo de prevención de crisis del BART. Ante la situación, las autoridades piden a los pasajeros alertar si ven a una persona que presente problemas de salud.

El enfoque busca respaldar a la comunidad y abordar la crisis que ha afectado a miles de vidas en Nueva York.

En lo que va de agosto, en el puerto fronterizo de Nogales se han decomisado más de 1 millón 700 mil píldoras de fentanilo, de acuerdo con Michael Humphries, director del puerto.

Más de 700 mil pastillas de fentanilo fueron decomisadas en el puerto fronterizo de Nogales el sábado; en lo que va de agosto se han decomisado más de 1 millón 700 mil píldoras de fentanilo.