Es claro que una de las primeras imágenes que nos vienen a la mente cuando pensamos en superhéroes es Superman. Es desde luego, el primer gran personaje de este género. También es conocido que en varias ocasiones a través de la historia de Marvel, casa editorial rival de DC, han surgido personajes similares al último hijo de Krypton. Y a pesar de que algunos han tenido un éxito modesto, ninguno ha estado cerca de convertirse en un clásico.

La Casa de las Ideas supo tener muy buenas ideas a lo largo de sus 75 años, no por nada se trata de una de las editoriales más prestigiosas del cómic. Desde la creación del concepto de “evento”, impulsado principalmente en los 70, el sello de Stan Lee arrasó en el mercado combinando las diferentes franquicias de superhéroes en grandes historias de consumo adictivo.

Como muchos sabrán, éste 10 de noviembre marcó el final de una carrera de 15 años para Masashi Kishimoto con su mundialmente conocido manga Naruto. Ese mismo día el periódico japonés The Asahi Shimbun publicó una entrevista hecha apenas horas después de que el autor completara el último capitulo de la obra. Y aquí en LaHistorieta te la presentamos:

La espada es una de las armas más emblemáticas con la cual se suele asociar desde héroes, guerreros, soldados, asesinos, villanos e incluso dioses. La esgrima es un arte de combate, una forma sublime de pelear, tan elegante como letal.

Todo villano del universo DC ha formado en algún momento parte de un equipo en pos de alcanzar fines que no pudo estando solo. Existen también villanos que nacieron como equipo ya que comparten el mismo origen o bien porque siguen la misma ideología; conseguir poder, control, riquezas o lograr exterminar a algún enemigo en común.

Los personajes Moé son aquellos diseñados expresamente para generar una sensación de afecto no sexual, son los que despiertan un instinto paternal y protector por parte del lector/espectador, ya que los Moé son siempre pequeños en tamaño, generalmente jóvenes, visualmente agradables y trasmiten una imagen de fragilidad y ternura que, lo más seguro, lleve al espectador inclinar su cabeza de lado y proferir un inevitable "Awww".