En su última cita con inmigración, a Ricardo Querales le solicitaron que comprara un ticket de regreso a Venezuela, un país con una severa escasez de medicamentos para pacientes con VIH. En 2009 fue juzgado por posesión de metanfetaminas, pero sus abogados invocan razones humanitarias para impedir su expulsión.

El esposo e hijos de Guadalupe García de Rayos, la primera mujer deportada en Arizona en la administración Trump, hablaron con Univision sobre el estatus de su caso y la fe que mantienen en que regrese a EEUU.

Ricardo Querales se presentó en enero ante las autoridades de Inmigración y Aduanas para llevar copia de su pasaporte y lo que él consideraba un trámite rutinario se convirtió en una petición de salida voluntaria. El inmigrante, quien llegó a Estados Unidos en 2003, fue detenido, juzgado y hallado culpable de un cargo grave de posesión de sustancia controlada y de dos menores en 2009.

La inmigrante mexicana, originaria de Guanajuato, emigró a Estados Unidos cuando tenía 14 años, conoció a su esposo y juntos comenzaron una familia de la que nacieron dos hijos. Su vida cambió en el 2008, cuando fue arrestada en una redada en su puesto de trabajo de las que ejecutaba el exsheriff del condado Maricopa, Joe Arpaio.

Autoridades migratorias en California urgieron a la guatemalteca Mayra Cárdenas para que salga de Estados Unidos, después de 12 años de vivir en el país y pese a que tiene tres hijos ciudadanos. La abogada Denisse Cabrera dijo que la inmigrante hizo trámites con un notario que se hizo pasar por abogado, lo que terminó en un proceso de repatriación.

Este lunes se cumple un año de la deportación de Guadalupe García de Rayos, una mujer madre de dos hijos quien se convirtió en la primera deportada de la administración Trump.