No es la primera vez que los celos de LIndsay Lohan son noticia. En varias oportunidades nos hemos enterado de lo mucho que le molestaba a la actriz ver cómo su ex novia Samantha Ronson coqueteaba con otras muchachas. Bueno, a mí también me molestaría ver a mi pareja coqueteando con alguien que no sea yo.

Cory Monteith, el niño bonito y educado de la exitosa serie Glee, sorprendió revelando detalles de su oscuro pasado en una nota que le hiceron para la revista Parade: "Tenía un serio problema", dijo refiriéndose a la fuerte adicción a las drogas que lamentablemente sufrió durante gran parte de su adolescencia.

Este año vino con muchos cambios para la estrella de Disney, dejó de formar parte del programa donde era protagonista e ingresó a una clínica de rehabilitación para solucionar problemas "emocionales y físicos". Cuestión que al poco tiempo logró salir y se mostró super recuperada en los medios, pero cuando parecía que todo estaba mejorando nos enteramos por The New York Post que Demi, de 18 años, se separó de su novio y que su mamá ha tenido algunas complicaciones.

Un representante de la cantante súper estrella confirmó el lunes que Houston está en tratamiento. Kristen Foster dice que está en un programa ambulatorio para el tratamiento de drogas y alcohol. Es una medida voluntaria y de parte de la propia Whitney Houston, que forma parte de un proceso de recuperación "de larga data".

¿Recuerdas que Demi Lovato ingresó a rehabilitación el año pasado? Sin dudas, fue una noticia que sorprendió a todos sus fanáticos. Se habló de adicción a las drogas, de una profunda depresión y hasta sobrevoló la idea de un intento de suicidio, todo -aparentemente- debido a su separación de Joe Jonas, quien habría dejado a Demi por Ashley Green...

Al parecer la actriz y cantante (es un término muy libre) Demi Lovato estaría lista para dejar la clínica de rehabilitación donde ha estado desde noviembre desde el año pasado. Lovato entró a la clínica para tratarse por varios "problemas físicos y psicológicos" no especificados pero que podrían ir desde su adicción a inyectarse gelatina de uva en la oreja hasta su deseo de arrancarse toda la ropa en medio de un concierto repleto de niños de 6 años y convencerlos de que adorar a Satán les dará descuento en McDonalds.