Este año el festejo en los límites fronterizos no fue igual que años anteriores y decenas de mujeres no tuvieron la oportunidad de disfrutar de unos minutos con sus seres queridos que se encuentran en EEUU. Así le sucedió a Tania Mendoza, quien desde hace 10 años no abraza a su pequeña con la que perdió contacto tras su deportación y hoy añoraba presentar e intentar pelear su caso ante las autoridades.

Javier Carrillo se encuentra en un centro de inmigración cercano a Houston, dice que le toca compartir a diario “un cuarto” con otras 10 personas que padecen el covid-19 y denuncia que el lugar actualmente funciona bajo pésimas condiciones sanitarias. Sus familiares, quienes viven en California, aseguran estar desesperados por la situación y temen por el bienestar de su ser querido. Vea más de esta noticia.

Las autoridades estatales han reportado en Illinois cerca de 77,000 infectados y más de 3,400 muertes a causa del coronavirus. Activistas dicen que esto se debe a una falta de recursos y exigen más inversión, pruebas de detección y auxilios económicos para las minorías.

Este domingo, decenas de policías y miembros del personal médico de Miami Springs hicieron presencia en el lugar para transferir a aquellas personas que padecen covid-19 y permanecían allí. La medida emitida por la Administración de Cuidados de Salud obliga a los centros para ancianos permitir el ingreso de agentes sanitarios para suministrar pruebas de detección.

María y Miryam Rojo hacen parte de una familia inmigrante del sur de California que se vio fuertemente golpeada por la crisis originada por la pandemia, pero las ayudas otorgadas por algunas activistas les permitió abrir una venta de menudo, lo cual les ha dejado generar ingresos que son de gran valor para todos sus seres queridos.

Los propietarios de una granja y miembros de la Parroquia San Alberto El Grande prepararon cerca de 200 bolsas repletas de alimentos frescos que fueron entregadas a las familias más necesitadas del área.