Obama al parecer no tendrá su retrato en la Casa Blanca, al menos mientras Trump sea presidente

La rivalidad entre ambos políticos ha escalado en los últimos días y deja en vilo la tradicional develación del cuadro del mandatario anterior en la Casa Blanca. Ni uno ni otro quieren volverse a ver las caras, mientras se acerca la elección presidencial de noviembre.

El presidente Donald Trump y su antecesor Barack Obama coincidieron en el funeral del exmandatario George H. W. Bush en 2018.
El presidente Donald Trump y su antecesor Barack Obama coincidieron en el funeral del exmandatario George H. W. Bush en 2018.
Imagen Getty Images

La ascendente rivalidad entre el presidente Donald Trump y su antecesor Barack Obama pasó de una guerra de declaraciones a ponerle fin a una vieja tradición en la Casa Blanca: develar el retrato del mandatario anterior cuando está por concluir el primer periodo de gobierno del presidente de turno. No habían importado los colores partidistas, ni los ataques políticos. Obama le organizó una ceremonia a George W. Bush, quien a su vez la hizo para Bill Clinton y así sucesivamente.

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Pero ahora Trump no quiere homenajear de esa manera a Obama y este ha dicho que no le interesaría acudir al evento si estuviese entre los planes de la actual administración, según la cadena NBC.

Este pleito lo atizó Trump cuando acusó al expresidente demócrata de cometer delitos que denominó ‘Obamagate’, aunque se trata de una acusación vaga que realizó en su cuenta de Twitter sin ninguna base ni pruebas. Por su parte, Obama lo criticó por el manejo de la pandemia: “Ni siquiera fingen estar a cargo”. Al día siguiente, Trump le respondió diciendo que él fue “extremadamente incompetente” en sus dos periodos de gobierno.

Video Trump responde a la critica de Obama diciendo que el expresidente fue 'extremadamente incompetente'


El desencuentro sigue creciendo mientras Trump hace campaña para permanecer otros cuatro años en la presidencia.

Trump ha tratado de replantear la investigación sobre la injerencia rusa en la elección presidencial en la cual resultó ganador en noviembre de 2016. Según él, el complot fue orquestado por Obama, Biden y otros funcionarios de su gobierno con un fin que no especifica. Jamás un presidente estadounidense en funciones había acusado a su predecesor.

Este lunes, el fiscal general, William P. Barr, declaró que no planea presentar cargos relacionados con estas acusaciones. “Mientras yo sea el secretario de Justicia, el sistema de justicia criminal no será usado para propósitos políticos”, subrayó Barr, aclarando que sí está investigando cómo las agencias del orden y funcionarios de espionaje llevaron el caso de la injerencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016, pero sin que el enfoque sean el expresidente y el exvicepresidente.


Toda esta controversia da por sentado que la develación del cuadro de Obama tendrá que esperar a que llegue otro mandatario, quizás hasta el año 2025, si es que Trump logra reelegirse en noviembre. Por el momento, la Casa Blanca exhibe los retratos de 43 presidentes, de George Washington a Bush hijo.

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Voceros de la oficina del presidente no se han pronunciado al respecto. Un funcionario le dijo a CNN que hubo pláticas entre la Casa Blanca y el equipo de Obama para colgar el retrato, pero nunca se programó una fecha oficial. Otros dijeron que es improbable que el evento se produzca.

De parte del equipo de Obama afirman que él no tiene interés alguno en participar en dicho ritual mientras Trump esté en el cargo. El desaire no se ha hecho públicamente.

Trump y Obama se han reunido solo una vez en persona desde el día de la toma de posesión en enero de 2017. Posteriormente acudieron al funeral del expresidente George H. W. Bush en diciembre de 2018. Se saludaron de mano brevemente al comienzo del servicio religioso y no volvieron a interactuar.

No es sencillo el proceso de los retratos de un expresidente. Primero seleccionan a un artista, luego la Asociación Histórica de la Casa Blanca financia la obra con fondos privados, negocia un contrato que incluye un acuerdo de confidencialidad y finalmente se elabora la pintura. Esto comienza cerca del final del mandato o poco después, y tarda años en completarse.