Quién paga la estrategia de sacar a legisladores demócratas de Texas para evitar que se apruebe el nuevo mapa electoral

Al menos dos organizaciones vinculadas al Partido Demócrata en Texas están apoyando los esfuerzos de legisladores estatales demócratas para mantenerse fuera del estado durante la sesión especial de la Legislatura estatal y evitar la aprobación de una redistritación electoral que busca beneficiar a los republicanos.

La organización Powered by People, un grupo político fundado por el exlegislador federal demócrata Beto O’Rourke, está apoyando con recursos a los más de 50 legisladores estatales que “escaparon” del estado para bloquear el plan de los republicanos, dijo un vocero del también exaspirante presidencial a ABC News.

La organización, con un fondo de 3.5 millones de dólares, ha cubierto transporte, alojamiento y logística, mientras que el Texas Majority PAC, que cuenta entre sus donantes a George Soros, coordina la recaudación entre grandes donantes demócratas, de acuerdo con la publicación The Texas Tribune.

La semana pasada, el gobernador republicano Greg Abbott convocó a la sesión especial de verano y propuso, entre otras cosas y a petición de Donald Trump, incluir en la agenda legislativa un plan para redibujar el mapa electoral con el fin de arrebatarle a los demócratas hasta cinco escaños federales en las elecciones intermedias de 2026.

Actualmente, los republicanos tienen 25 de los 38 escaños federales de Texas en Washington. Los nuevos mapas fueron aprobados por un comité la semana pasada y rápidamente programados para una votación en el pleno.

Se trata de una medida inusual, aunque no ilegal, porque los mapas electorales se modifican cada diez años según sea el resultado del Censo. Texas lo está haciendo a mitad de esa década.

El éxodo que busca impedir el quorum en la Legislatura de Texas

Ante el plan, los demócratas en Texas salieron del estado para evitar el quorum legal requerido para llevar a cabo la sesión legislativa en la que sus rivales fácilmente podrían aprobar la propuesta, ya que tienen la mayoría en el Congreso estatal.

Los legisladores se fueron a ciudades de estados liderados por demócratas, como Chicago, Nueva York y Boston, y desde entonces están recibiendo crecientes presiones de los republicanos, que han emitido órdenes civiles de arresto y movilizado a la policía estatal.

La Legislatura tejana no puede aprobar proyectos de ley en la Cámara de Representantes de Texas sin que haya al menos dos terceras partes de los 150 miembros presentes. Los demócratas cuentan con 62 escaños, y al menos 51 abandonaron el estado.

La amenaza de Abbott contra las donaciones para apoyar a los demócratas

Según la legislación de Texas, Los legisladores pueden recibir multas de hasta 500 dólares al día por romper el quorum después que la Cámara de Representantes cambiara sus reglas cuando los demócratas iniciaron un boicot legislativo similar en 2021.

El gobernador Abbott ha advertido que recaudar fondos para pagar las multas diarias de 500 dólares a los legisladores por su ausencia podría suponer delitos de soborno, señalando que incluso los donantes podrían ser responsables.

Sin embargo, O’Rourke, que ya financió en 2021 un intento similar contra la reforma electoral republicana de aquel año (que finalmente fue aprobada), ha prometido apoyar la medida “todo el tiempo que sea necesario”.

Después de que la Cámara de Representantes estatal no alcanzara el mínimo de asistencia necesario este lunes, los republicanos aprobaron una propuesta para emitir órdenes de arresto civiles contra los demócratas que salieron del estado, aunque no estaba claro si podrían ser ejecutadas fuera de las fronteras de Texas o se quedarían en una iniciativa más bien simbólica.

En un intento por reforzar la petición, Abbott ordenó al Departamento de Seguridad Pública estatal que localice, arreste y regrese a la Cámara Baja a quienes no se presentaron a la sesión de este lunes.

También el fiscal general de Texas, el republicano Ken Paxton, dijo que hará todo lo que esté en su mano para perseguir y arrestar a los representantes que "huyeron" del estado "en una deserción cobarde de sus responsabilidades".

Por su parte, el presidente Trump apoyó las palabras de un legislador republicano, diciendo que el FBI podría tener que intervenir para traer a los legisladores demócratas de vuelta.

El fin partidista detrás del plan de los republicanos

El gobernador republicano Abbott prácticamente reconoció este lunes la maniobra partidista detrás de su propuesta, señalando que la Corte Suprema federal ha determinado que "no hay nada ilegal" en rediseñar los distritos para favorecer a un partido mayoritario.

También, en una entrevista con Fox News, dijo que el nuevo mapa reflejará mejor a los votantes de Trump en 2024, cuando obtuvo en Texas el 56,1% de los votos frente al 42,5% de la demócrata Kamala Harris.

Incluso admitió abiertamente que se trata de manipulación de distritos, antes de corregirse a sí mismo para decir que Texas está "trazando límites".

“Se puede manipular los distritos electorales, o trazar límites, basándose en la composición política, como en el caso de republicanos contra demócratas. Y no hay nada ilegal en eso”, afirmó. “Todos estos distritos que se están añadiendo son distritos que Trump ganó”.

Los republicanos de Texas decidieron iniciar ahora rediseñar el mapa electoral a solicitud de Trump, que teme perder la Cámara de Representantes de Washington en las elecciones de mitad de período de 2026, si se cumple la tendencia histórica de que el partido en la Casa Blanca pierde poder en el Congreso.

Pero el proceso, en realidad, ocurre generalmente cada década, cuando la Oficina del Censo recopila datos de población que se utilizan para dividir los 435 escaños de la Cámara de Representantes entre los 50 estados del país, según el recuento actualizado.

Es un proceso conocido como redistribución. Los estados que crecieron en relación con otros pueden sumar un escaño a expensas de aquellos cuyas poblaciones se estancaron o disminuyeron.

Como partido minoritario en la Cámara y Senado estatales, los demócratas de Texas no tienen los votos suficientes para detener la iniciativa de Trump.

Así, tras analizar su limitado poder y opciones, optaron por impedir que hubiera el quorum suficiente en la votación de este lunes como su única oportunidad de frenar el plan y conseguir apoyo nacional.

“No pensamos regresar”

En medio de las presiones, los demócratas que están fuera del estado han dicho que podrían quedarse en otro lugar por un tiempo indefinido.

"No pensamos regresar para ser parte de esta táctica que están haciendo para silenciar a nuestros distritos. Estaremos afuera del estado para asegurarnos que los mapas no pasen y que no afecten a nuestra comunidad", dijo desde Boston la representante tejana Ana Hernández.

Por su parte, el representante Trey Martinez Fischer, quien es miembro de la Cámara Baja desde 2001, dijo tras salir del estado: "Cuando subimos al avión, reconocimos que estamos en esto a largo plazo".

“Lo bello de una ruptura de quorum es que nunca telegrafías por cuánto tiempo lo vas a hacer o qué vas a hacer”, agregó.

"Estamos saliendo de Texas para luchar por los tejanos", declaró Gene Wu, presidente de la bancada demócrata en la cámara estatal. "No estamos dejando de lado nuestras responsabilidades; estamos alejándonos de un sistema amañado que se niega a escuchar a las personas que representamos".

Abbott pidió a la Corte Suprema de Texas la destitución del líder de la bancada demócrata en la legislatura estatal, y ha asomado la posibilidad de destituir al resto de los legisladores que han salido del estado. La Corte Suprema de Texas está compuesta íntegramente por jueces republicanos. El propio Abbott fue uno de ellos antes de ser gobernador.

El argumento del gobernador se basa en una teoría legal que incluso algunos republicanos cuestionan, según la cual los legisladores demócratas ausentes han renunciado de facto a sus escaños al no regresar al Capitolio estatal para una sesión especia convocada por el gobernador.

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