Jeff Sessions y James Comey fueron interrogados por el equipo de Robert Mueller, el fiscal especial que investiga el 'Rusiagate'

El fiscal general Jeff Sessions se sometió la semana pasada al interrogatorio de los investigadores que dirige Robert Mueller en las pesquisas de la supuesta colusión de la campaña de Donald Trump con Rusia para perjudicar a Hillary Clinton. Por otra parte, trascendió que el ex director del FBI, James Comey, fue entrevistado por el fiscal el año pasado.

La citación de Sessions fue corroborada por la portavoz del Departamento de Justicia, Sarah Isgur Flores, mientras que el interrogatorio de Comey fue confirmado por fuentes del The New York Times.

El interrogatorio al fiscal general es el primero que se conoce de la investigación realizado a un miembro en funciones del gabinete de Trump. La entrevista fue la semana pasada y se extendió por varias horas.

La investigación de Mueller no solo indaga en la posible coordinación entre agentes rusos y la campaña de Trump, sino que también investiga si presidente obstruyó a la justicia al despedir a James Comey en mayo de 2017. Comey era quien encabezaba la investigación sobre el llamado ' Rusiagate'.

Por sus reuniones con rusos y su papel en el equipo de política exterior de la campaña, y por su rol en el despido de Comey, Sessions es un testigo clave para la investigación de Mueller.

El sorpresivo despido de Comey por parte de Trump fue por recomendación de Sessions, quién acusó al ex jefe del FBI de haber manejado imprudentemente la investigación sobre el uso que Hillary Clinton hizo de un servidor de correos privado cuando era secretaria de Estado.

El reporte detalla que la entrevista a Comey se centró en una serie de memorandos que escribió luego de sus interacciones con Trump, que lo habían hecho sentir incómodo. En los memos, Comey aseguró que el presidente le había pedido que terminara la investigación sobre el ex asesor de seguridad nacional, Michael Flynn.

En buena medida, la creación de la oficina de Mueller se debe a que al inicio de la gestión de Trump, Sessions se recusó de todo lo relacionado con el ‘Rusiagate’, luego de que se supiera que no informó al Senado durante su confirmación para el cargo de sus contactos con el embajador ruso, Sergey Kislyak, durante la campaña 2016.

Tras la inhibición de Sessions y el despido de Comey, todos los asuntos vinculados con el trabajo de Robert Mueller los lleva el segundo de Sessions, el vicefiscal general, Rod Rosenstein.

La recusación en marzo de 2017 de Sessions de las pesquisas provocó una crisis en el gobierno. Meses después Trump dijo que de haber sabido que se recusaría de esa investigación no lo hubiera nominado para el puesto. Según informó el periódico neoyorquino, el presidente incluso trató de impedir que lo haga.

La oficina de Mueller también citó para que de testimonio al ex jefe de esrategia de Trump, Stephen Bannon. Además trascendió que los investigadores del fiscal especial quiere interrogar al presidente y que el equipo legal del mandatario ha tratado de que no suceda. En caso de no poder evitarlo, según reportes, los abogados evalúan cómo estrechar los límites de esa entrevista y si, por ejemplo, Trump podría dar respuestas escritas.

Por las pesquisas de Mueller ya hay cuatro personas cercanas a Trump con cargos. El exjefe de campaña, Paul Manafort y su exasociado, Rick Gates, ambos imputados por conspiración contra EEUU, lavado de dinero y por actuar como agentes de un gobierno extranjero. Además, el ex asesor de política exterior de campaña, George Papadopoulos, y el ex asesor de Seguridad Nacional de Trump (que duró unos 20 días en el puesto) admitieron haber mentido al FBI, por lo que están acusados de cargos criminales.

Los republicanos en general y el presidente en particular han hecho movimientos y declaraciones públicas para minar la credibilidad de la investigación de Mueller. Además de esas pesquisas, hay cuatro más en curso en diferentes comités del Congreso.