De la celda a una jaula: la nueva rutina de 'El Chapo' Guzmán en 'La Alcatraz de las Rocosas'
El narcotraficante Joaquín Guzmán Loera, quien se fugó dos veces de cárceles de máxima seguridad en México, purga su condena a cadena perpetua en una celda aislada y vigilada las 24 horas del día, en la cual colocan a los peores reos en la prisión federal Florence ADMAX de Colorado, conocida como ‘La Alcatraz de las Rocosas’.
En un reducido espacio el exlíder del cartel de Sinaloa pasa 23 horas del día, no habla siquiera con los guardias y al salir al patio de la penitenciaría lo colocan dentro de una jaula. El mafioso llegó a la cárcel más segura de EEUU el 19 de julio, dos días después de que un juez lo sentenció a pasar el resto de su vida tras las rejas por dirigir una de las empresas criminales más grandes del mundo.
“Se ve mucho más flaco, un poco más apagado. Bien no la está pasando. Es la vez que lo he visto más triste”, describió este jueves la abogada Mariel Colón, quien por primera vez visitó al capo mexicano hace dos semanas, en una entrevista con Univision Noticias.
La acompañó Marc Fernich, encargado del proceso de apelación. Además de ellos, nadie más ha estado con el mafioso allí, ni siquiera sus hijas gemelas de 7 años, las únicas que tienen permiso para verle.
“Se pasa todo el tiempo en aislamiento, nadie habla español, los guardias no hablan español, así que se le dificultan muchas cosas”, señaló Colón, quien afirmó que las normas que le impusieron a su cliente en Florence ADMAX son “mucho más duras” a las que tenía en la prisión de Manhattan, a la cual llegó después de su extradición en enero de 2017. Allá se quejaba del agua, del ruido que no lo dejaba dormir, de un dolor de oído y por impedirle la visita conyugal.
Pero en ´La Alcatraz de las Rocosas’ ha perdido varios privilegios, como recibir visitas legales todos los días. Ahora solo le permiten estar con sus abogados hasta cinco veces al mes. Aunque estos tardaron varios días para recibir autorización del penal para ingresar a verlo.
Cuando los defensores legales estuvieron con ‘El Chapo’ Guzmán el mes pasado notaron que su vista disminuyó a tal grado que ya no puede leer sin anteojos, uno de los pocos pasatiempos a los que tiene acceso. Colón afirmó que su cliente trató de pedir lentes, pero nadie le entendió.
“En un mes y medio empeoró bastante su vista, no es que esté ciego, pero ve borroso. No puede leer. Necesita lentes (…) No había podido atenderse porque no habla inglés y no pudo pedir un oculista hasta que yo fui”, contó la abogada, quien cree que este problema se debe a su condena y la nueva prisión.
“Asumo que fue por las presiones, las tensiones. Puede estar quizás relacionado con el impacto que tiene el aislamiento cotidiano en los presos. El estar en una celda 23 horas al día, sin ver la luz del sol, eso te afecta muchísimo la vista. Porque los presos que están así no pueden usar la vista de larga distancia pues siempre están en un ‘cubo’ y eso les afecta”, advirtió.
No hablar el idioma del personal en Florence ADMAX también le ha impedido a Guzmán pedir productos en la comisaría y hasta causó que le raparan el cabello porque no supo explicarlo, contó la abogada. “El pidió que le hicieran un recorte, pero como no habla inglés solo pudo decir algo como ‘cut’ (cortar) y la persona entendió que le rapara la cabeza, pero no era lo que él quería”.
La defensa del fundador del cartel de Sinaloa ha pedido que le asignen guardias que hablen español y que lo pongan en un sector menos estricto en Florence ADMAX.
En una celda vigilada las 24 horas del día
Las condiciones que describe Colón son similares a las de la unidad ‘Range 13’, que impone restricciones especiales a los reos de mayor peligrosidad en el sistema judicial de EEUU. En la ‘Unidad Z’, como también le dicen, solo hay cuatro celdas individuales, las cuales están hechas de hormigón y tienen puertas dobles.
Estos espacios, que miden 2.1 por 3.6 metros, cuentan con una cama hecha de losa de acero y un colchón delgado, un taburete y un escritorio de metal, un inodoro y lavado del mismo material, así como un pequeño televisor. Solo pueden ver programas educativos y religiosos.
Las comidas y las duchas se toman dentro de las celdas. Las consultas médicas, incluidas las revisiones de salud mental, a menudo se realizan de forma remota a través de teleconferencias.
Una cámara montada en el techo registra cada uno de los movimientos del preso las 24 horas del día. Jamás se apaga la luz para facilitar la vigilancia. Así garantizan que Guzmán no volverá a fugarse.
La reducida celda en la cual se encuentra ‘El Chapo’ tiene una puerta con una ventana diminuta desde la cual solo puede ver hacia el pasillo de la unidad, describió Colón. Por una pequeña rendija le pasan los alimentos y debe beber el agua del grifo, por regla de la penitenciaría, algo que a él le desagrada.
“Me he visto forzado a beber agua no higiénica todos los días, se me ha negado acceso a la luz solar, aire fresco del exterior", reclamó sobre el trato que le dieron en la cárcel de Nueva York, en una carta que leyó en la corte federal de Brooklyn poco antes de su sentencia.
A quienes están catalogados como de menor peligrosidad les permiten conversar entre ellos en el patio, pero dentro de jaulas. Guzmán ni siquiera puede hacer eso. Cada mañana lo sacan con grilletes en pies y manos y escoltado por guardias, para ver el cielo. Las enormes paredes cubren incluso las montañas que rodean esta cárcel.
“Solamente puede salir de su celda una hora al día para hacer ejercicio afuera”, detalló su defensora legal. “Está completamente solo, no habla con nadie”.
La nueva rutina del mafioso en la cárcel llamada "el infierno en la tierra" es pasar la mayor parte del día sin hacer nada, “aburrido”, si acaso viendo los programas educativos que pasan en su televisor.
“Me dijo que lo único que hace es mirar la pared, el techo, tratar de ver un poco la televisión, pero no puede bien por el problema en sus ojos. No puede leer por lo mismo. Y usa su tiempo para ir al patio a estirarse un poco”, dijo Colón. “El resto del día está completamente solo, haciendo nada”, agregó.
Las llamadas telefónicas ahora son un lujo para ‘El Chapo’. Por ahora solo puede hacer una cada mes y el tiempo máximo es de 15 minutos. A finales de agosto usó ese privilegio para conversar con su madre María Consuelo Loera Pérez y su hermana Bernarda Guzmán, quienes trataron de obtener visas para venir a verlo, pero el gobierno estadounidense se las negó.
A Colón le extrañó enterarse que los abogados de Guzmán en México aseguraron esta semana que su cliente ha pedido que su fortuna incautada sea repartida a las comunidades indígenas de su país. La suma en cuestión es de 14,000 millones de dólares, pero nadie sabe dónde está.
Según ella, eso representaría una violación a las normas de la prisión, que impide a los reos enviar mensajes. Para verificarlo las charlas son monitoreadas mientras se desarrollan. Al detectar algo fuera de lo normal, la llamada se cancela y jamás lo dejarían hablar por teléfono para castigarlo, explicó Colón.
“No puede pasar mensajes y ese (pedir que entreguen su dinero a los pobres) sería un mensaje. No creo que el señor Guzmán haya violado esa regla”, dijo la abogada. “Además, la postura del señor Guzmán siempre ha sido que él no tiene bienes, ni esa cantidad de dinero. Me parece muy raro que él haya podido decirle a su mamá algo sobre eso”, señaló.
Amnistía Internacional (AI) tachó de una práctica “cruel y deshumanizada” del gobierno EEUU el aislamiento que se imponen en la prisión Florence ADMAX. En un informe publicado en 2014 exploró el impacto físico y psicológico de confinar a los reclusos a celdas solitarias por entre 22 y 24 horas al día.
La organización advirtió que las condiciones severas en ADMAX han llevado a algunos prisioneros a practicar autolesiones extremas o incluso suicidarse. El programa 60 Minutes señalaba en 2007 que al menos cuatro reos se habían quitado la vida en esa penitenciaría.
El reporte de AI señala que los síntomas que resultan de estar aislados durante períodos prolongados son ansiedad, depresión, insomnio, hipertensión, paranoia extrema, distorsiones perceptivas y psicosis.
La visita de Colón y su colega Fernich duró alrededor de cuatro horas y media. ‘El Chapo’, quien vestía un uniforme color beige, los recibió con una enorme sonrisa, describió su defensora legal.
“Al vernos se puso contento porque vio una cara familiar y por el simple hecho de que iba a poder hablar con alguien”, dijo la abogada. “Todavía tiene lucidez, el señor Guzmán es una persona que tiene una mente fuerte y no se ha dado por vencido en su proceso legal”, mencionó.
Sin dar detalles sobre la conversación que tuvieron, Colón dijo que hablaron sobre la apelación, que tuvo su primer revés cuando no pudo impedir el traslado de Guzmán a Florence ADMAX. La abogada aseguró que buscar eliminar la condena de cadena perpetua mantiene a ‘El Chapo’ con esperanzas. “Él está muy motivado y enfocado en su proceso de apelación”.
Por el momento no hay una fecha precisa para que lo visiten sus hijas gemelas de 7 años. A su esposa Emma Coronel, acusada de ayudarle a fugarse en 2015, también le han prohibido verle en esa prisión.