Al menos 127 personas murieron y otras cientos resultaron heridas por un terremoto de magnitud 5.9 que se registró el lunes en el noroeste de China, según informó la prensa estatal.
Más de 120 muertos y cientos de heridos deja un terremoto de magnitud 5.9 en el noroeste de China
El terremoto se produjo en el condado de Jishishan de Gansu, cerca de la frontera provincial con Qinghai. Más de 700 personas resultaron heridas, unas 530 en Gansu y más de 180 en Qinghai. Este martes continúan las labores de rescate entre los escombros, con muy bajas temperaturas.

La agencia oficial de noticias Xinhua dijo que 113 personas murieron en la provincia de Gansu y otras 14 en la vecina provincia de Qinghai en el terremoto, que ocurrió poco antes de la medianoche del lunes. Además, más de 700 personas resultaron heridas, dijo Xinhua, unas 530 en Gansu y más de 198 en Qinghai, en donde unas 20 personas permanecen desaparecidas.
El terremoto se produjo en el condado de Jishishan de Gansu, a unos 5 kilómetros de la frontera provincial con Qinghai.
Este martes los equipos de rescate siguen buscando a supervivientes entre los escombros. El sismo dañó miles de viviendas y obligó a los residentes del lugar a salir hacia las calles en busca de seguridad, a pesar de las muy bajas temperaturas.

La emisora estatal CCTV informó que hubo daños en las líneas de agua y electricidad, así como en la infraestructura de transporte y comunicaciones.
El terremoto se sintió en Lanzhou, la capital de la provincia de Gansu, a unos 1,450 kilómetros al suroeste de la capital de Pekín. Los estudiantes universitarios de Lanzhou salieron corriendo de sus dormitorios, según una publicación en las redes sociales que tenía imágenes que mostraban a jóvenes parados afuera.
Se estaban enviando tiendas de campaña, camas plegables y edredones a la zona del desastre, dijo CCTV, que citó al líder chino Xi Jinping pidiendo un esfuerzo total de búsqueda y rescate para minimizar las víctimas.
En septiembre del año pasado, se informó que al menos 74 personas murieron en un terremoto de magnitud 6.8 que sacudió la provincia de Sichuan, en el suroeste de China, provocando deslizamientos de tierra y sacudiendo edificios en la capital provincial de Chengdu, donde 21 millones de residentes se encontraban bajo confinamiento por covid-19.
El terremoto más mortífero de China en los últimos años fue un terremoto de magnitud 7.9 en 2008 que mató a casi 90,000 personas en Sichuan. El temblor devastó ciudades, escuelas y comunidades rurales en las afueras de Chengdu, lo que llevó a un esfuerzo de años para reconstruir con materiales más resistentes.
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