El presidente de Filipinas confiesa que personalmente mató a presuntos delincuentes

Rodrigo Duterte aseveró ante empresarios que cuando fue alcalde "solía hacerlo personalmente (matar presuntos delincuentes) simplemente para mostrarle a los muchachos (policías) que si yo lo podía hacer, ellos también".

Rodrigo Duterte, presidente de Filipinas en imagen de archivo.
Rodrigo Duterte, presidente de Filipinas en imagen de archivo.
Imagen TED ALJIBE/AFP/Getty Images

El excéntrico presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, confesó que en el pasado cuando era alcalde había matado personalmente a presuntos delincuentes para dar el ejemplo a la policía.

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Duterte hizo los comentarios sin vergüenza alguna en un discurso ante empresarios al referirse a la campaña para erradicar el narcotráfico que condujo a la eliminación de miles de personas desde que asumió como presidente el 30 de junio.

Al evocar a los muertos por la policía en la actual guerra contra el narcotráfico, Duterte dijo que había encabezado una política similar cuando era alcalde de Davao, la principal ciudad del sur que dirigió durante las últimas dos décadas.

"En Davao solía hacerlo personalmente. Simplemente para mostrarle a los muchachos (policías) que si yo lo podía hacer, ellos también", dijo Duterte en su discurso en el palacio presidencial.

"Salía por Davao con una motocicleta, una moto enorme, a patrullar las calles, y también buscando problemas. Realmente estaba buscando una confrontación para poder matar", afirmó Duterte.

El mandatario filipino, cuya aceptación supera el 80%, respondió además a las críticas de organismos de defensa de los derechos humanos y del presidente estadounidense Barack Obama, a quien en el pasado ofendió, sobre su brutal campaña contra los narcos, asegurando que la seguirá implementando.

"Si piensan que la voy a detener porque me da miedo que Obama se sume a los de derechos humanos, lo siento, no lo voy a hacer", dijo.

Esos organismos acusaron a Duterte de participar en escuadrones de la muerte que eliminaron a más de 1,000 personas en Davao. Duterte ha oscilado alternadamente entre el desmentido y el reconocimiento de su participación.

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Desde que es presidente, la policía informó haber matado a 2,086 personas en operativos antidroga. Otras 3,000 murieron en circunstancias no aclaradas, según cifras oficiales.

El presidente fue denunciado hace dos días por Edgar Matobato, quien el pasado septiembre declaró ante el Senado que formó parte de los "escuadrones de la muerte" que organizó Duterte.

Matobato indicó en su escrito que estos escuadrones fueron responsables de la muerte de "miles" de personas desde que el ingresó, en 1988, hasta que los abandonó, en 2013, según el diario local Phil Star.

La denuncia de Matobato también incluye a Paolo Duterte, hijo del mandatario y vicealcalde de Davao desde 2013, y a otras 26 personas.

La Presidencia de Filipinas restó importancia a estas acusaciones y las calificó de maniobra política de "acoso" y "distracción", en un comunicado.