Las inundaciones en Vermont decrecen pero el gobernador advierte: "Esto no está ni cerca de terminar"

En la capital de Vermont, Montpelier, las calles se inundaron este martes por la crecida del río Winooski. Las autoridades del estado dijeron que los niveles de agua en una presa situada aguas arriba parecían estables. El personal de emergencias ha realizado más de 100 rescates de personas atrapadas en sus casas o negocios.

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Las inundaciones comenzaron a retroceder en la mañana de este miércoles en las ciudades y pueblos de Vermont azotados por una tormenta que dejó en dos días el equivalente a dos meses de lluvia en dos días.

Esto ha permitido a las autoridades centrarse en la recuperación de un desastre que atrapó a los residentes en los hogares, cerró carreteras, dejó barro y escombros por todos lados.

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En la capital, Montpelier, donde las calles se inundaron el martes por la crecida del río Winooski, las autoridades dijeron que los niveles de agua en la presa Wrightsville, situada justo aguas arriba, parecían estables tras horas en que se temió un desbordamiento inminente.

"Parece que no se romperá. Eso es bueno. Es una cosa menos que tenemos que tener a la vista", dijo el administrador municipal de Montpelier, Bill Fraser.

Fraser agregó que la presa seguirá siendo una preocupación persistente, pero con el agua retrocediendo la ciudad estaba cambiando a modo de recuperación.

Se espera que los empleados de obras públicas salgan el miércoles para empezar a retirar el barro y los escombros del centro de la ciudad, y se iniciarán las inspecciones de edificios a medida que las empresas empiecen a limpiar sus propiedades.

Hasta la noche del martes, no había reportes de heridos o muertes relacionados con las inundaciones en Vermont, donde los equipos de rescate ayudados por helicópteros de la Guardia Nacional habían realizado más de 100 rescates, informó el martes la Agencia para el Manejo de Emergencias de Vermont.

Residentes de Montpelier, la capital de Vermont, trasladándose en canoa debido a las inundaciones que anegaron gran parte de la ciudad.
Residentes de Montpelier, la capital de Vermont, trasladándose en canoa debido a las inundaciones que anegaron gran parte de la ciudad.
Imagen Kylie Cooper/Getty Images

Las precipitaciones ya han causado daños valorados en decenas de millones de dólares, de acuerdo con funcionarios, y es muy probable que sean mayores.

A pesar de que los mayores peligros parecen alejarse, el gobernador de Vermont, Phil Scott, advirtió que “esto no está ni cerca de terminar”.

En Vermont, se pronosticaron más precipitaciones para el jueves y el viernes, pero Peter Banacos, meteorólogo del Servicio Meteorológico Nacional, dijo que el estado no sufrirá más lluvias torrenciales.

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Residentes evacuados en canoas en Montepelier

En Montpelier, las aguas marrones del Winooski habían tapado los vehículos y los parquímetros de las pintorescas calles con escaparates de ladrillo cuyos sótanos y plantas bajas estaban inundados.

Algunos residentes de esta ciudad de 8,000 habitantes se abrieron paso el martes con el agua hasta la cintura; otros navegaron en canoas y kayaks por las calles principales para observar la escena.

Bryan Pfeiffer recorrió en canoa el centro de la ciudad para comprobar los daños y quedó horrorizado por lo que vio. Los sótanos de todos los edificios —incluido el de su trabajo— y los bajos de la mayoría estaban inundados. Incluso el parque de bomberos de la ciudad estaba inundado.

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"Es realmente preocupante que tu parque de bomberos esté bajo el agua", dijo Pfeiffer.

Escenas similares se vivieron en la vecina Barre y en Bridgewater, donde el río Ottauquechee se desbordó.

El gobernador Scott refirió que las inundaciones superaron los niveles vistos durante la tormenta tropical Irene que mató a seis personas en Vermont en agosto de 2011, arrastró casas de sus cimientos y dañó o destruyó más de 200 puentes y 500 millas (805 kilómetros) de carretera.

Gran parte de la atención se centró este martes en la reapertura de carreteras, el control de los propietarios de viviendas aisladas y la limpieza de barro y escombros de los negocios anegados por el agua.

"Hemos sufrido daños catastróficos. Nos hemos llevado la peor parte de la tormenta", declaró el administrador municipal de Ludlow, Brendan McNamara, al evaluar el impacto de la inundación en esta localidad de 1,500 habitantes.

Una calle dañada en Ludlow, Vermont, a consecuencia de las fuertes lluvias y la crecida de los ríos.
Una calle dañada en Ludlow, Vermont, a consecuencia de las fuertes lluvias y la crecida de los ríos.
Imagen Steven Senne/AP


Entre las pérdidas se encuentra la planta de tratamiento de agua de la ciudad. Su principal supermercado permaneció cerrado. La carretera principal que atraviesa la zona aún no se ha reabierto del todo y McNamara no puede estimar cuántas casas han resultado dañadas. El campo de las ligas menores de la ciudad y un nuevo parque de patinaje quedaron destruidos, y decenas de negocios sufrieron daños.

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"Afortunadamente, no ha habido que lamentar víctimas mortales", declaró McNamara. "Ludlow se recuperará. La gente se está uniendo y cuidando los unos de los otros".

Colleen Dooley regresó el martes a su complejo de apartamentos en Ludlow para encontrar el terreno cubierto de cieno y barro y la piscina llena de agua turbia del río.

"No sé cuándo volveremos a mudarnos, pero sin duda tardaremos", dijo Dooley, una profesora jubilada.

Gobierno federal aprueba recursos para atender la emergencia en Vermont

La lenta tormenta llegó a Nueva Inglaterra tras azotar partes de Nueva York y Connecticut el domingo. Algunas comunidades recibieron entre 7 y 9 pulgadas (18 centímetros y 23 centímetros) de lluvia. Los pueblos del suroeste de New Hampshire sufrieron fuertes inundaciones y cortes de carreteras, y se esperaba que el río Connecticut superara el nivel de crecida el miércoles en Hartford y los pueblos del sur.

Uno de los lugares más afectados fue el valle del Hudson, en Nueva York, donde una mujer identificada por la policía como Pamela Nugent, de 43 años, murió cuando intentaba escapar de su casa inundada con su perro en la aldea de Fort Montgomery.

Los meteorólogos afirman que las inundaciones destructivas son más frecuentes cuando las tormentas se forman en una atmósfera más cálida, y que el aumento de las temperaturas del planeta no hará sino empeorar la situación.

El presidente Joe Biden, que asistía a la cumbre anual de la OTAN en Lituania, declaró la emergencia en Vermont y autorizó a la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA) a ayudar a coordinar los esfuerzos de socorro y proporcionar asistencia.

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La FEMA envió un equipo a Vermont, junto con equipos de comunicaciones de emergencia, y se preparó para mantener abastecidos los refugios si el estado lo solicita. La agencia también supervisó las inundaciones en Massachusetts, Connecticut y New Hampshire, dijo el portavoz regional Dennis Pinkham.

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