Revelan que una sexta niña indocumentada murió en manos del gobierno el año pasado

Una niña inmigrante sin documentos de El Salvador murió en manos del gobierno el septiembre pasado, según reporta CBS News, y con ella sumarían seis los menores de edad que han muerto bajo custodia de Estados Unidos.

La niña llegó al país en marzo de 2018, confirmó un portavoz del Departamento de Salud y Servicios Humanos (DHS) a la cadena.

"Tras un procedimiento quirúrgico, las complicaciones dejaron a la niña en estado de coma. Fue trasladada a un centro de enfermería en Phoenix, Arizona, para recibir cuidados paliativos en mayo después de ser dada de alta en un hospital de San Antonio", le dijo Mark Weber del DHS a CBS News.

"El 26 de septiembre, la trasladaron a un centro de enfermería de Omaha, Nebraska, para estar más cerca de su familia. El 29 de septiembre, la niña fue trasladada al Hospital de Niños de Omaha, donde falleció debido a fiebre y dificultad respiratoria", agregó.

Weber dijo en un comunicado que la niña tenía antecedentes de defectos cardíacos congénitos y que cuando ingresó bajo el cuidado de una instalación de la (ORR) en San Antonio, Texas, el 4 de marzo de 2018, estaba ya en un estado "clínico frágil".

La ORR no dio a conocer detalles adicionales sobre la niña, cuya muerte habría sido la primera de un niño migrante en custodia federal desde 2010, según funcionarios de ORR y del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).

Desde diciembre, son cinco los menores que han fallecido al estar en custodia de autoridades migratorias o tras ser liberados.

Un adolescente de 16 años, Carlos Gregorio Hernández Vásquez, falleció la mañana de este lunes en la estación de Weslaco de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), en Texas, según informó la propia agencia federal en un comunicado. Las autoridades aseguraron que también se debió a una gripe y que cuando fueron a hacerle un chequeo médico lo hallaron muerto.

En distintas ocasiones, CBP ha insistido en que sus agentes están desbordados por el flujo de migrantes en la frontera sur, hablan de una "crisis humanitaria sin precedentes". Por el volumen de gente que llega buscando asilo, aseguran que han debido desplegar en sus oficinas de procesamiento de migrantes en el borde a funcionarios de la agencia que pertenecen a otros departamentos e incluso a algunos más de otras dependencias de gobierno.

Cuando Kevin McAleenan aún era comisionado de la Patrulla Fronteriza, a finales de marzo, hablaba de que tenían más de 12,000 migrantes en custodia y atribuyó el número no solo a la ola de migrantes sino también a las "debilidades" del sistema migratorio. En ese momento pidió que el Congreso actuara e hiciera las modificaciones a las leyes para frenar la venida de los centroamericanos, quienes representan el grueso de las cifras de detenciones en la frontera.

"Estamos haciendo lo que podemos para simplemente evitar una tragedia en nuestras instalaciones, pero con estos números que vemos creo que es un asunto de tiempo", dijo entonces.

Para las organizaciones de derechos humanos, la muerte de seis jóvenes guatemaltecos —uno de dos años y medio— es responsabilidad de CBP. Los activistas han denunciado que en recorridos que han hecho en la frontera han hallado personas que estuvieron en custodia de las autoridades migratorias y salían enfermos y sin haber recibido atención médica oportuna. También aseguran que han identificado acoso y maltrato de parte de agentes federales a los inmigrantes, así como detenciones de varias noches en espacios al aire libre.