Cerca de las 8:00 de la mañana del sábado un primer grupo de inmigrantes de la caravana que salió el pasado miércoles de Honduras arribó al puente internacional Rodolfo Robles, en la frontera entre Guatemala y México. Al grito de “¡queremos trabajar!” avanzó hasta toparse contra el cerco de las fuerzas armadas, desplegadas para impedirles el paso.
La caravana de migrantes llega a México y presiona por entrar al país para seguir rumbo a EEUU
El sábado empezaron a llegar los primeros integrantes de la caravana de inmigrantes proveniente de Honduras. Militares mexicanos bloquean el paso y solo permiten la entrada de forma organizada a pequeños grupos. Un intento forzoso de cruce masivo fue repelido por la Guardia Nacional.

Cientos de migrantes de todas las edades, incluidos niños, originarios de Honduras, El Salvador, Guatemala o Cuba, buscan ingresar a México y piden atención de las autoridades del país para que los dejen avanzar hacia Estados Unidos.
De acuerdo con los reportes de medios locales, del lado mexicano de la frontera los agentes de seguridad piden mediante altavoces calma y cooperación a los inmigrantes congregados allí y les advierten que el cruzar a México no les garantizará que podrán llegar a los Estados Unidos.
El Heraldo de Chiapas, que está siguiendo la llegada de la caravana en directo, reportó un “ingreso violento” de un grupo de inmigrantes, que fue contenido por miembros de la Guardia Nacional, a pesar de lo cual algunos individuos lograron llegar a territorio mexicano y están siendo atendidos por personal del Instituto Nacional de Migración (INM).
#EnTiempoReal | Elementos de la #GuardiaNacional repliegan a migrantes que se tornaron violentos en la frontera de #Guatemala con #México. Reporta @luis_lamadrid de @AztecaGuate.#ADN40Noticias con @Amsalazar y @AgustinBarriosG | https://t.co/sxuOme5wym pic.twitter.com/trOXex5cQb
— adn40 (@adn40) January 18, 2020
A pesar de este incidente, la mayoría de los miembros de la caravana no ha mostrado una actitud violenta y asegura que pretenden cruzar a México de forma pacífica, aunque algunos dicen que de no conseguirlo lo intentarán a través del río Suchiate, frontera natural entre Guatemala y México.
Según el Heraldo, por el momento la situación se mantiene controlada y “grupos de diez en diez van pasando para documentarse ante las autoridades mexicanas”, priorizando a mujeres y niños, según puede verse en varios videos publicados en medios locales.
Pero la tensión persiste y nuevas personas van llegando al lugar, por lo que las fuerzas de seguridad se prepararan ante la posibilidad de nuevas incursiones forzosas, según han informado varios reporteros y activistas desde el lugar.
La consigna de “¡Queremos trabajar!” hace referencia a la promesa del presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador quien ofreció 4,000 puestos de trabajo en la zona fronteriza para integrantes de esa caravana. Sin embargo, el nuevo presidente de Guatemala, Alejandro Gianmattei, asegura que el canciller mexicano le dijo que harían todo lo posible por bloquear el paso a los migrantes.
Durante la noche, algunos migrantes intentaron cruzar por el río pero fueron detenidos o regresados por los agentes fronterizos.
La 72, un centro de acogida de migrantes y de lucha por los derechos humanos, denunció el viernes una presunta “cacería” por parte del INM y el ejército y declaró haber atendido a personas heridas por piedras lanzadas por los militares.
En el monitoreo de la tarde el equipo de La 72 constató numerosos operativos de cacería del INM y el ejército. Atendimos a personas heridas por agresiones recibidas por piedras lanzadas por militares. Las personas siguen llegando a La 72 y esta noche ya pasamos las 300 personas pic.twitter.com/2H1lqh1knJ
— La 72 (@La72Tenosique) January 18, 2020
Para México, el manejo de esta nueva caravana migrante es una prueba de fuego en su relación con Estados Unidos. Ante las amenazas del gobierno de Donald Trump de cerrar su frontera sur o de imponer sanciones, México terminó el año pasado comprometiéndose a controlar la inmigración e impedir el paso a la oleada de inmigrantes que buscan llegar a territorio estadounidense.
Junto a El Salvador, Guatemala y Honduras conforman el llamado Triángulo Norte de Centroamérica, una de las regiones más violentas del planeta, de donde cada año unas 500,000 personas emigran, huyendo de las maras y en busca de mejores condiciones de vida.
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