Dos migrantes viajaban en un ataúd y el chofer de la falsa carroza se declaró culpable de tráfico humano

El chofer les dijo a los agentes fronterizos que en la caja transportaba a “un hombre muerto, un miembro de la Marina”. Pero al revisar su interior encontraron a dos mexicanos, quienes habían cruzado ilegalmente por el Río Grande y trataban de llegar a San Antonio, Texas.

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En el tráfico de inmigrantes se ha visto todo tipo de intentos por evadir los operativos de la Patrulla Fronteriza, pero jamás el uso de un ataúd y una carroza falsa para ocultar indocumentados.

Este hecho ocurrió el 26 de octubre de 2021, cuando una camioneta gris modificada para transportar ataúdes se formó en un carril de inspección de la Patrulla Fronteriza cerca de Falfurrias, en Texas.

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Cuando los agentes fronterizos observaron un ataúd en la parte trasera le preguntaron al conductor, Zachary Taylor Blood, de 33 años, qué transportaba. Él respondió: "un hombre muerto, un miembro de la Marina", describe un comunicado de la Fiscalía federal del Distrito Sur de Texas.

A los oficiales, sin embargo, les pareció extraño que la caja para muertos estaba en malas condiciones y que simple cinta adhesiva se había usado para sujetar una bandera estadounidense sobre esta.

Para despejar dudas el vehículo fue remitido a una segunda inspección. La estrategia de Blood quedó expuesta cuando los agentes fronterizos retiraron la bandera, abrieron la caja y no encontraron el cadáver de un marine, sino a dos indocumentados hacinados en su interior.

“Allí descubrieron a dos ciudadanos mexicanos, ambos presentes ilegalmente en Estados Unidos, escondidos dentro del ataúd”, detalla el comunicado. “Los dos hombres admitieron haber pagado a un contrabandista para llevarlos a San Antonio (Texas)”, agrega.

Al ser interrogados, ambos relataron que después de cruzar ilegalmente el Río Grande hacia EEUU, los llevaron a un estacionamiento donde Blood los estaba esperando y él “los hizo entrar en el ataúd y comenzó a conducir hacia el norte”.


Documentos judiciales identifican a estos indocumentados como Daniel Hernández Bueno y Erick Ramírez Aguilar, quienes permanecieron como testigos bajo la custodia de los US Marshals.

A mediados de diciembre, la abogada Evelyn Huerta González pidió a un juez que la custodia de sus clientes pasara al Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE), ya que el acusado se había declarado culpable. Su solicitud fue aprobada. Se desconoce si estos mexicanos ya han sido deportados.

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La información de que Blood se declaró culpable de un cargo de tráfico de personas se dio a conocer este martes. Él ha permanecido en una prisión desde su arresto en octubre pasado.

Su audiencia condenatoria se programó para el 11 de mayo en una corte federal de Corpus Christi.

Blood podría recibir una condena máxima a cinco años de prisión y una multa de 250,000 dólares.

El caso criminal que más se le asemeja es el de un empleado de una funeraria en Arizona que fue detenido en julio de 2020 mientras transportaba a seis indocumentados en una camioneta SUV, sin identificaciones de ninguna empresa. Ellos viajaron junto a un cadáver dentro de una bolsa de plástico.

La Patrulla Fronteriza cree que este hombre combinó su trabajo en la funeraria con su otra actividad, el tráfico de personas.

Un comunicado detalla que al revisar el auto los policías federales descubrieron a los inmigrantes y también "una bolsa para cadáveres que contenía un cuerpo humano”.

Los restos fueron enviados a una morgue local; mientras que el chofer y los indocumentados fueron puestos bajo custodia federal.