Así ocurrió el ataque racista en Jacksonville donde fueron asesinadas tres personas negras

Un hombre blanco de 21 años mató a tiros a tres personas negras en Florida con armas que compró legalmente a pesar de haber sido internado involuntariamente para un examen de salud mental, dijo el domingo el sheriff de Jacksonville, donde ocurrió el tiroteo el sábado y que las autoridades calificaron como un crimen de odio.

El sujeto armado, Ryan Palmeter, le disparó a una de sus víctimas mientras estaba sentada en su automóvil afuera de una tienda Dollar General. Luego le disparó a otra persona justo después de que el atacante entrara a la tienda. Finalmente, a un tercero minutos después, dijo el sheriff de Jacksonville.

El atacante utilizó un rifle semiautomático AR-15 y una pistola Glock en el tiroteo, aseguró el sheriff T.K. Waters durante una conferencia de prensa.

El atacante había comprado legalmente sus armas en los últimos meses a pesar de que había sido internado involuntariamente para un examen de salud mental en 2017.

El atacante se suicidó después de matar a sus tres víctimas identificadas como Angela Michelle Carr, de 52 años, quien recibió un disparo en su automóvil; el empleado de la tienda A.J. Laguerre, de 19 años, que recibió un disparo cuando intentaba huir; y el cliente Jerrald Gallion, de 29 años, que recibió un disparo cuando entraba a la tienda, que se encuentra en un barrio predominantemente negro.

Vivía con sus padres

El atacante vivía con sus padres en el vecino condado de Clay. Le había enviado un mensaje de texto a su padre durante el tiroteo indicándole que entrara a su habitación.

Luego, el padre encontró una nota de suicidio, un testamento y escritos que Waters describió como racistas. El sheriff aseguró que las armas se compraron en abril y junio, y que los comerciantes siguieron todas las leyes y procedimientos, incluidas las verificaciones de antecedentes.

Debido a que fue liberado después de su examen de salud mental, eso no habría aparecido en sus verificaciones de antecedentes. “Ahí radica la dificultad. Cuando una persona agarra un arma con intenciones de cometer un crimen de odio, es muy difícil evitar que eso suceda”, dijo Waters.

El sábado, poco antes de la 1 pm, el atacante estacionó su auto en la Universidad Edward Waters, un centro de estudios históricamente de matrícula estudiantil predominantemente negra.

La universidad está a menos de una milla del Dollar General donde ocurrió el triple asesinato.

El sheriff dijo que el atacante publicó un video en TikTok de él mismo poniéndose un chaleco antibalas y guantes. Fue en ese momento que un guardia de seguridad de la universidad vio al atacante y estacionó cerca de él.

Dijo que no tenía intención de atacar la escuela. “Tuvo la oportunidad de usar la violencia en la universidad y no lo hizo. Había gente muy cerca”, dijo el sheriff. Se fue y el guardia de seguridad llamó a un oficial del sheriff de Jacksonville cuando estaba a punto de enviar una alerta a otros oficiales en el momento en que comenzó el tiroteo en la tienda.

Los disparos

El sheriff dijo que el atacante, vestido con su chaleco cubierto por una camisa, guantes y una máscara, primero se detuvo frente al vehículo de Carr y disparó 11 tiros con su rifle a través del parabrisas, matándola.

Entró a la tienda y giró a su derecha, disparando a Laguerre, según muestra un video de seguridad. Numerosas personas huyeron por la puerta trasera, dijo el sheriff. Los persiguió y disparó, pero falló. Regresó al interior de la tienda y encontró a Gallion entrando por la puerta principal con su novia. Le disparó fatalmente a Gallion. Luego persiguió a una mujer por la tienda y disparó, pero falló.

Aproximadamente un minuto después, entró a la oficina de la tienda y le envió un mensaje de texto a su padre, diciéndole que usara un destornillador para entrar a su habitación. Allí, su padre encontró una nota de suicidio y un manifiesto. En su computadora, se encontraron escritos que el sheriff describió como racistas dirigidos a su familia, las autoridades federales y los medios de comunicación.

"El manifiesto es, francamente, el diario de un loco", dijo Waters. “Es completamente irracional. Pero con pensamientos irracionales, sabía lo que estaba haciendo. Estaba 100 por ciento lúcido”.

Once minutos después de que comenzara el tiroteo, y cuando la policía entraba a la tienda, se suicidó. El fiscal general, Merrick Garland, dijo en un comunicado el domingo que el Departamento de Justicia estaba "investigando este ataque como un crimen de odio y un acto de extremismo violento por motivos raciales".

“Ninguna persona en este país debería tener que vivir con miedo a la violencia alimentada por el odio y ninguna familia debería tener que lamentar la pérdida de un ser querido debido a la intolerancia y el odio”, dijo Garland.

"Eviten que su tristeza se convirtiera en ira"

El domingo temprano, el pastor de una iglesia cerca del lugar del tiroteo dijo a los feligreses que siguieran el ejemplo de Jesucristo y evitaran que su tristeza se convirtiera en ira. El último de una larga historia de asesinatos con motivaciones racistas en Estados Unidos se produjo al frente de los servicios en la iglesia St. Paul AME, a unas 3 millas de la escena del crimen.

La alcaldesa de Jacksonville, Donna Deegan, lloró durante el servicio, mientras que otros asistentes se centraron en la retórica política de Florida y dijeron que ha alimentado este tipo de ataques racistas. “Nuestros corazones están destrozados”, dijo el reverendo Willie Barnes a unos 100 feligreses. “Si alguno de ustedes es como yo, estoy luchando para no enojarme”.

Deegan lloró mientras se dirigía a la congregación: “He oído a algunas personas decir que parte de la retórica que escuchamos no representa realmente lo que hay en el corazón de la gente, es sólo el juego. Es simplemente un juego político”, dijo Deegan. "Esas tres personas que perdieron la vida, eso no es un juego". El coro cantó Amazing Grace antes de que los ministros oraran por las familias de las víctimas y la comunidad en general. Desde los bancos, los feligreses con la cabeza inclinada respondieron con "amén".

Los funcionarios electos dijeron que los ataques racistas como el del sábado han sido alentados por la retórica política y las decisiones del gobierno estatal liderado por los republicanos y encabezado por el gobernador de Florida, Ron DeSantis, incluida una que apunta a la enseñanza de la historia negra en Florida.

"Debemos ser claros: no fue sólo por motivos raciales, fue violencia racista que ha sido perpetuada por la retórica y las políticas diseñadas para atacar a los negros, punto", dijo la representante estatal Angie Nixon, demócrata de Jacksonville. “No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras se borra nuestra historia, se devalúan nuestras vidas y se ataca el despertar”, dijo Nixon.

"Porque seamos claros: eso es carne roja para una base de votantes". DeSantis, quien regresó a Florida el domingo desde Iowa, donde estaba haciendo campaña para la nominación presidencial republicana, dijo que los floridanos “condenan los horribles asesinatos por motivos raciales perpetrados por un hombre trastornado”. “Perpetrar violencia de este tipo es inaceptable, y atacar a personas debido a su raza no tiene cabida en el estado de Florida”, dijo DeSantis en una conferencia de prensa en Tallahassee.

"Nadie está teniendo conversaciones honestas sobre el racismo"

Agregó que le prometió al presidente de la universidad que el estado se asegurará de que la escuela tenga la seguridad adecuada. Rudolph McKissick, miembro de la junta nacional de la Red de Acción Nacional del reverendo Al Sharpton, obispo bautista y pastor principal de la Iglesia Bethel en Jacksonville, estaba en la ciudad el sábado cuando ocurrió el tiroteo en el barrio históricamente negro de New Town.

"Nadie está teniendo conversaciones honestas y sinceras sobre la presencia del racismo", dijo McKissick.

Los tiroteos más recientes contra estadounidenses negros incluyen uno en un supermercado de Buffalo, Nueva York, en 2022 y una histórica iglesia episcopal metodista africana en Charleston, Carolina del Sur, en 2015.

El tiroteo en Buffalo, que mató a 10 personas, se destaca como uno de los ataques selectivos más mortíferos contra personas negras perpetrado por un pistolero blanco solitario en la historia de Estados Unidos. El tirador fue condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.

El tiroteo en Jacksonville se produjo un día antes del 63º aniversario del famoso “Sábado con mango de hacha” de la ciudad, cuando 200 miembros del Ku Klux Klan atacaron a manifestantes negros que realizaban una protesta pacífica contra las leyes de Jim Crow que les prohibían la entrada a tiendas y restaurantes de propiedad blanca.

La policía se mantuvo al margen hasta que llegó una pandilla callejera negra para luchar contra los miembros del Klan, que estaban armados con bates y mangos de hachas. Sólo los negros fueron arrestados.

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