La policía de la ciudad de Vallejo, California, informó que un oficial disparó y mató esta semana a un hispano –identificado como Sean Monterrosa, hijo de inmigrantes de Guatemala y Puerto Rico– que llevaba un martillo en su pantalón, porque sospechaban que se trataba de un arma. El incidente se produjo en medio de las protestas que se tornaron violentas y derivaron en saqueos en esa localidad por la muerte del afroestadounidense George Floyd.
Policía dispara y mata a un hispano pensando que portaba un arma de fuego... pero era un martillo
La policía de la ciudad de Vallejo, California, fue llamada en la madrugada del 2 de junio por un reporte de presuntos saqueos en una farmacia de esa localidad, en medio de las protestas por la muerte del afroestadounidense George Floyd, que en ocasiones se han tornado violentas. Allí se produjo el incidente en el que Sean Monterrosa fue baleado mortalmente. Sigue aquí lo último sobre las manifestaciones.

De acuerdo con un comunicado de la policía de Vallejo, ubicada en el Área de la Bahía de San Francisco, en la noche del 1 de junio y madrugada del día siguiente los agentes fueron llamados a una farmacia Walgreens en dos ocasiones. En la segunda, al filo de la medianoche, se les notificó la presencia de presuntos saqueadores que estaban intentando ingresar al edificio.
Los agentes llegaron una media hora después –algunos dentro de una patrulla identificada y otros en un vehículo que no lo estaba– y encontraron cerca de una decena de presuntos saqueadores en el estacionamiento de la farmacia. Los policías, según el comunicado, vieron a los presuntos ladrones colocando mercancía que posiblemente sacaron del establecimiento dentro de dos vehículos: una camioneta y un auto tipo sedán.
La camioneta salió del estacionamiento, mientras que el sedán chocó el auto identificado de la policía, "aparentemente de forma intencional" causando heridas a un agente, precisó el comunicado. Luego, en hechos que parecen confusos, se inició una persecución en la cual fueron detenidos los presuntos saqueadores que iban en la camioneta.
Fue entonces cuando agentes que iban en el vehículo oficial no identificado vieron a un hombre a un costado del edificio de la farmacia, que corría hacia el sedán que no había podido ser detenido. "Él se detuvo y, de forma abrupta, giró hacia los policías y se agachó quedando con las rodillas medio dobladas como si se estuviese preparando para disparar y moviendo sus manos hacia un área de la cintura cerca de la cual parecía haber la cabeza de una pistola", dijo el comunicado.
"Las investigaciones luego revelaron que el arma era un martillo de 15 centímetros colocado en el bolsillo de su suéter", agregó.
Al ver ese movimiento que según la policía fue percibido como una amenaza, un agente le disparó cinco veces a Monterrosa, de 22 años y residente de San Francisco. Lo hizo desde dentro del auto. Una de las balas alcanzó a Monterrosa de forma mortal.
El hombre falleció en un hospital a causa de las heridas, precisó la policía. Monterrosa tenía antecedentes criminales por robo, agresión con un arma mortal y violaciones por portar un arma de forma ilegal, entre otros, de acuerdo con las autoridades.
El policía que disparó no fue identificado y fue puesto en una baja administrativa de rutina, al igual que los otros agentes involucrados en el incidente. Lo ocurrido está siendo investigado por el Departamento de Policía.
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El abogado de la familia asegura que nunca fue una amenaza
El abogado de la familia de Monterrosa, John Burris, refutó parte de lo que afirmó la policía y aseguró que el hombre no representaba una amenaza y que por el contrario parecía estarse entregando a las autoridades.
"La vida del agente no estaba en peligro (...) Hubo una indiferencia temeraria por la vida de este joven porque había tensión en el aire", dijo Burris citado por Los Ángeles Times en referencia a las crecientes tensiones raciales que ha habido en esa ciudad y en Estados Unidos tras la muerte de George Floyd en medio de un arresto, en el cual un policía blanco presionó su cuello con su rodilla cuando se encontraba contra el pavimento y esposado, hasta la muerte.
"Él (Monterrosa) estaba arrodillándose de forma voluntaria y estaba en el proceso de levantar su manos cuando el policía vio lo que creyó era un arma y le disparó. El agente no estaba fuera del auto, Sean no lo estaba persiguiendo, no lo estaba amenazando", agregó el abogado.
"Los saqueos no justifican el uso de fuerza mortal. Se trata solo de propiedad", acotó Burris, quien también contradijo a la policía de Vallejo al decir que Monterrosa nunca había sido convicto por un crimen.
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