En las marchas y protestas contra el racismo en Estados Unidos, los manifestantes se han visto cara a cara con la policía, pero también con civiles fuertemente armados. Las leyes relacionadas con la tenencia de armas en el país dificultan aminorar esa tensión.
Envalentonados por leyes muy débiles, civiles armados confrontan las protestas contra el racismo
Los manifestantes y vigilantes armados pueden operar libremente en casi todo el país. Esto se debe a que muchos estados han relajado las leyes sobre la tenencia de armas, dejando a las fuerzas del orden sin la capacidad o la disposición de incluso abordarlos a pesar de que los manifestantes dicen que se sienten intimidados. Aquí puedes leer este artículo en inglés.
Por:
Heath Druzin, Boise State Public Radio, Guns & America
Un civil armado en una manifestación contra el racismo organizada por el movimiento Black Lives Matter en Boise, Idaho, el 31 de mayo del 2020.
Imagen Madelyn Beck, The Mountain West News Bureau
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Estos civiles armados, mayormente blancos e integrantes de alguna milicia, han confrontado las manifestaciones antirracistas en al menos 33 estados, de acuerdo con una revisión de reportajes y publicaciones en las redes sociales hecha por Guns & America. Algunos dicen que están allí para proteger los negocios. Otros se oponen al movimiento Black Lives Matter. Algunos han actuado como si fueran policías, al detener a los manifestantes y exigirles una identificación.
Y ello ha llevado a la violencia. En Albuquerque, Nuevo México, un miembro de una milicia presuntamente disparó e hirió a un manifestante. En Oregon, la policía arrestó a un hombre por presuntamente haberle apuntado con un arma a los manifestantes. En Ohio, funcionarios del gobierno local dijeron que defensores del derecho a portar armas estuvieron entre quienes interrumpieron una protesta en contra del racismo.
Un hombre de 18 años fue arrestado en junio tras disparar al suelo durante una manifestación en Boise, atemorizando a las personas que se encontraban allí. Al día siguiente en Boise, en una vigilia para honrar a los afroestadounidenses muertos a manos de policías y vigilantes, un hombre blanco se paró con un rifle semiautomático en medio de la multitud y amenazó a gritos con interrumpir a la persona que estaba hablando. Se fue luego de que un manifestante se paró frente a él y el escenario en un tenso momento.
Una de las organizadoras de la vigilia, Whitney Mestelle, dijo que ella y su equipo han delineado planes de seguridad en estos eventos, pero que no serán intimidados.
“Creo que para las personas negras la seguridad siempre es una preocupación, especialmente cuando nos reunimos”, dijo.
“Pero hay algo que dejé muy, muy, muy claro para la vigilia a nuestros voluntarios y a las personas que se nos unieron: No es algo a lo que vamos a dar de nuestro tiempo, nuestra atención”, dijo en referencia a los civiles que se presentan armados.
Miles de personas participan en una vigilia para honrar a los afroestadounidenses muertos a manos de policías y vigilantes realizada en Boise, Idaho, el 2 de junio del 2020. En medio del encuentro pacífico, un hombre blanco con un rifle se paró en medio de los manifestantes y comenzó a gritar.
Imagen Heath Druzin / Boise State Public Radio
La Primera vs la Segunda Enmienda de la Constitución
Los manifestantes y vigilantes armados pueden operar libremente en casi todo el país. Esto se debe a que muchos estados han relajado las leyes sobre la tenencia de armas, dejando a las fuerzas del orden sin la capacidad o la disposición de incluso abordarlos a pesar de que los manifestantes dicen que se sienten intimidados.
Ese es un problema, dijo Shaakirrah Sanders, profesora de Derecho de la Universidad de Idaho. “Para ponerlo sin rodeos, los hombres blancos con armas han sido sumamente escalofriantes a través de la historia estadounidense si eres una persona de color”, agregó.
Sí, dijo Sanders, una interpretación amplia de la Segunda Enmienda significa que hay mucha libertad a la hora de caminar con un arma en muchos lugares. Pero la profesora quiere que los oficiales tomen la iniciativa y aborden a las personas armadas que ella ve claramente como una amenaza a los manifestantes.
“Si soy la única persona de color, o una de las únicas personas de color de mi comunidad, ¿cómo puedo ejercer de forma efectiva mis derechos bajo la Primera Enmienda si sé que habrá individuos armados que sospechan de mí por alguna razón?”, se preguntó.
En un estado como Idaho la ley deja poco por regular respecto con qué puedes hacer con un arma. Como ocurre en muchos estados conservadores, los legisladores de Idaho han pasado los últimos años eliminando muchas de las pocas restricciones a la tenencia de armas que quedaban. Apenas cinco estados, por ejemplo, prohíben que las personas lleven armas abiertamente, de acuerdo con el Giffords Law Center, el brazo investigativo de un grupo para el control de armas. Solo 12 estados han puesto en pie restricciones a la tenencia de armas largas, como los rifles semiautomáticos.
Incluso Ben Wolfinger, el sheriff con una postura proclive a la tenencia de armas del condado Kootenai del norte de Idaho, admitió que las laxas leyes pueden poner a los oficiales en una posición complicada. El pueblo más grande de ese condado, Coeur d’Alene, ha visto a milicias armadas tomar las calles, presuntamente para defender los negocios.
Pero Wolfinger dijo que los agentes tienen las manos atadas cuando estos hombres armados se embriagan en los bares del pueblo llevando sus armas consigo.
“Realmente no hay nada, digo, podemos recomendarles que no beban mientras están armados. Pero esa es la mejor recomendación que podemos darle”, dijo.
Problemas para los manifestantes y la policía
Muchos de estos hombres armados, que se autoproclaman como agentes de seguridad, dicen que están defendiéndose de antifa, un movimiento de izquierda que casi nunca parece materializarse.
Gary Raney, que por una década fue sheriff en Idaho, afirmó que no le compra esa aseveración.
“Cuando hay saqueos en las ciudades metropolitanas y alguien va a proteger su negocio, lo entiendo totalmente”, dijo. “Pero aparecerse en un lugar simplemente para intimidar a manifestantes pacíficos, que es lo que ha ocurrido y ha pasado en Idaho, no hay espacio para ello”, agregó.
Raney es ahora un consultor sobre el cumplimiento de la ley en el Departamento de Justicia y entrena a agentes del orden alrededor del país en los protocolos sobre el uso de la fuerza. Agregó que cualquier desmantelamiento sostenido de las regulaciones sobre las armas puede poner en peligro a las fuerzas del orden.
“Ahora tenemos grupos armados que están buscando la oportunidad de crear una insurrección en el gobierno y hacer un cierto derrocamiento”, dijo Raney. “Así que cuando eres un agente que responde (a un incidente) no sabes con quién estás lidiando, de repente tienes a 10, 20, 30 personas armadas ahí”, agregó.
Y Sanders, la profesora de la Universidad de Idaho, quiere que la policía entienda que la mera presencia de personas blancas armadas en una manifestación puede ser una amenaza para las personas de color.
“Cuánto de ese contexto se supone que toleremos, especialmente ahora que hemos tenido los recientes asesinatos de hombres negros, particularmente los de Ahmaud Arbery, Trayvon Martin, donde (quienes dispararon) supuestamente temen por sus vidas”, dijo.
Con más armas en manos de los civiles que personas en este país, de acuerdo con estimaciones de la industria, estos conflictos probablemente continuarán.
Lisa Dunn, Francesca Slesinger y Jeremy Bernfeld de Guns & America colaboraron con esta historia.
Guns & America es un proyecto colaborativo de la radio pública que reporta sobre el rol de las armas en Estados Unidos.
Esta nota fue traducida al español por Patricia Vélez.
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