Con la Asociación Nacional del Rifle bajo fuego, los grupos a favor del control de armas muestran su fuerza en este ciclo electoral

La organización Everytown for Gun Safety, que aboga por un control más estricto en la tenencia de armas de fuego en Estados Unidos, se ha comprometido a gastar $60 millones a los niveles estatales y federales en el ciclo de 2020. La Asociación Nacional del Rifle, por su parte, ha visto su gasto caer a $20 millones en la actual contienda electoral. Aquí puedes leer este artículo en inglés.

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Jason deBruyn, WUNC, Guns & America
Partidarios de medidas más estrictas en la tenencia de armas de fuego protestan frente a la Corte Suprema el 2 de diciembre de 2019. La foto es referencial para este artículo.
Partidarios de medidas más estrictas en la tenencia de armas de fuego protestan frente a la Corte Suprema el 2 de diciembre de 2019. La foto es referencial para este artículo.
Imagen SAUL LOEB/AFP via Getty Images

Jack Sinclair comenzó a donar dinero a grupos que apoyan un control más estricto de las armas de fuego en 2013, luego del tiroteo en la escuela elemental Sandy Hook.

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“Después del tiroteo en Las Vegas, decidí que era el momento de dejar de ser un donante periódico y me convertí en uno mensual”, dijo Sinclair, en referencia al incidente de octubre de 2017 en el cual un atacante abrió fuego contra cientos de personas que participaban de un festival de música.

Se involucró más: en ese entonces vivía en California y se unió a un capítulo local de la organización Moms Demand Action.

Aquí puedes leer este artículo en inglés.

“Fue bueno poder hablar con personas que se preocupaban por los mismos asuntos que yo. Y, luego, un mes después de mi primera reunión ocurrió lo de Parkland, y me involucré aún más”, dijo. “Mi esposa y yo nos convertimos en líderes en nuestro grupo local y desde entonces he estado involucrado”.

El verano pasado se mudaron a Indian Trail, Carolina del Norte, un suburbio a unas 16 millas del centro de Charlotte. Ahora es el voluntario principal para las elecciones del capítulo de Carolina del Norte de Moms Demand Action.

De varias maneras, Sinclair ejemplifica una porción creciente del electorado progresista, uno al que grupos como Moms Demand Action y Everytown for Gun Safety tienen en la mira. Esos grupos están invirtiendo en anuncios de campaña a un nivel que usualmente se había visto solo con los grandes jugadores, como la Asociación Nacional del Rifle ( National Rifle Association), mientras buscan que escaños en las legislaturas estatales a través del país pasen a manos de los demócratas, especialmente en estados considerados ‘campos de batalla’ como Carolina del Norte, Arizona y Texas.

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Los $60 millones que Everytown dijo que gastará en el ciclo electoral 2020 están actuando como viento a favor. El compromiso de gasto incluye $5 millones en Carolina del Norte y está enfocado específicamente en distritos de la Asamblea General en suburbios.

Everytown, apoyado por Mike Bloomberg, un multimillonario y exalcalde de la ciudad de Nueva York, ha replicado esa estrategia en estados péndulo alrededor del país. Para el día de las elecciones, el grupo dice que habrá gastado $8 millones en Texas, $5 millones en Arizona, Carolina del Norte y Florida (igual monto en cada uno de esos tres estados), y millones más en estados como Pennsylvania, Minnesota, Georgia y Iowa.

Al mismo tiempo, la Asociación Nacional del Rifle (ANR), que por años ha sido como un gorila de 800 libras en los asuntos políticos relacionados con las armas de fuego, afronta problemas. En agosto, la fiscal general de Nueva York, Letitia James, dio pasos para disolver esa organización sin fines de lucro, argumentando que la misma está “plagada de fraude y abuso”. La ANR ha despedido empleados y se ha enfrascado en una larga batalla legal con su otrora socio de mercadeo Ackerman McQueen.

“No hay duda al respecto. El movimiento para la seguridad con las armas de fuego nunca ha estado tan fuerte y la ANR tan débil”, dijo el presidente de Everytown, John Feinblatt. “La ANR se encuentra contra las cuerdas como nunca antes. Este noviembre, es nuestro trabajo dejarla en la lona”.

La ANR tiene una larga historia de influir en los hacedores de políticas. De 2004 a 2014, la Asociación Nacional del Rifle reportó un gasto externo de $76 millones en elecciones federales, monto que fue dedicado casi por completo en ayudar a que ganaran republicanos, de acuerdo con el Center for Responsive Politics. Solo en el ciclo electoral de 2016, la ANR gastó $54 millones.

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En el ciclo actual, su gasto ha caído a $20 millones, de acuerdo con datos reportados el 21 de octubre por la Comisión Federal de Elecciones.

Por el contrario, Everytown no reportó gasto externo en elecciones federales hasta el ciclo de 2018, cuando reportó $5 millones. Se ha comprometido a gastar $60 millones a los niveles estatales y federales en el ciclo de 2020. Junto con las contribuciones políticas de Giffords y Brady, probablemente será la primera elección en la que grupos que apoyan un control más estricto de armas de fuego superan a la ANR.

La portavoz de la ANR Amy Hunter declinó ofrecer una cifra sobre cuánto la ANR planifica gastar en todo el ciclo. Los más recientes reportes de gasto de la elección federal abarcan solo hasta el 30 de septiembre, y algo más de información, aunque no exhaustiva, está disponible solo hasta el 21 de octubre. Sin embargo, la vocera dijo que la fortaleza de la ANR viene de sus miembros, no solo del dinero en efectivo para la campaña.

“El poder de la ANR siempre han sido los millones de dueños de armas de fuego que votan para proteger la Segunda Enmienda”, dijo Hunter, haciendo un contraste con Everytown, que genera porciones sustanciales de sus ingresos de las finanzas personales de Bloomberg.

“Cualquiera que trate de equiparar el dinero con la influencia debe mirar a la fuente de dónde sale ese dinero. La ANR goza de pequeñas donaciones de incontables donantes a través del país, mientras que Everytown es financiado por un muy pequeño número de donantes de la élite”, agregó. “En Estados Unidos, el acaudalado obtiene el mismo número de votos que todos los demás: uno”.

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Un enfoque local

Everytown dice que se está enfocando no solo en las presidenciales, sino también en las carreras a nivel estatal. Ha destinado $1.6 millones de los $5 millones que planifica gastar en publicidad y esfuerzos con los votantes en Carolina del Norte para que el control de la Asamblea General estatal pase a manos demócratas, poniendo en su mira 10 carreras de la Cámara de Representantes y cuatro carreras del Senado. El grupo nunca antes había gastado dinero en las carreras estatales de Carolina del Norte, de acuerdo con reportes de gasto independientes presentados ante la Junta Electoral de Carolina del Norte. Si bien da dinero directamente a los candidatos, la vasta mayoría de su gasto es independiente, lo que significa que los anuncios no son coordinados con las campañas.

Al tomar ese enfoque, Feinblatt dice que espera repetir una estrategia que funcionó en 2018 en Virginia, donde la Asamblea General pasó de control republicano a demócrata. En la subsecuente sesión legislativa, los legisladores aprobaron nuevas regulaciones en torno a la verificación de antecedentes, las llamadas leyes de banderas rojas y más. Este año en Carolina del Norte, eso significa apoyar a candidatos en los distritos de los suburbios y específicamente al electorado femenino. Feinblatt dijo que ha visto un cambio en la inclinación de los suburbios.

Eso significa mostrar anuncios apoyando a la contendora demócrata Nicole Quick en distritos como el 59 de la Cámara de Representantes de Carolina del Norte, que abarca el condado de Guilford hasta el norte y este de Greensboro. El incumbente en ese distrito, el representante republicano estatal Jon Hardister, tiene una calificación A+ por el fondo de victoria política de la ANR. Quick dijo que los asuntos relacionados con las armas de fuego no son los más importantes en esta elección, pero que es partidaria del tipo de legislaciones que han sido aprobadas en Virginia.

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“Creo que existen algunas cosas de sentido común que podemos hacer que no infringen los derechos de la Segunda Enmienda y que salvan vidas”, dijo Quick.

Si bien dice que la pandemia del covid-19 es el asunto prioritario de la campaña 2020, Quick ha destacado algunos asuntos sobre las armas de fuego que asegura tendrían un apoyo amplio. Como por ejemplo, un proyecto de ley presentado en febrero habría permitido que algunos profesores o empleados de escuelas llevaran armas de fuego para poder responder a amenazas de violencia.

“No conozco personalmente a algún maestro que piense que esa es una buena idea”, dijo. “Tienen suficiente de qué preocuparse como para preocuparse de asegurar un arma de fuego o de disparar de forma precisa dentro un salón de clases. Hay cosas como esas que creo que la mayoría de las personas coinciden en que no son buenas ideas, y hay que encontrar un terreno común en lo que respecta a poder proteger a nuestros niños en las escuelas y a las personas en lugares públicos”.

El proyecto de ley, ofrecido como una enmienda a un proyecto de ley sobre gasto escolar mucho mayor, no obtuvo una audiencia.

Batallando en estados péndulo a nivel nacional

Carolina del Norte no es el único ‘campo de batalla’ para los grupos relacionados con las armas de fuego. Everytown ha adoptado también una estrategia similar en Arizona y Texas. El grupo dice que sus anuncios electorales en esos estados apuntan a los votantes jóvenes, negros y latinos y se enfocan en asuntos del cuidado de la salud además del mensaje central alrededor del control de armas de fuego.

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En Texas, el grupo dice que tiene en su mira 12 distritos de la Cámara Baja para cambiar el control de la Legislatura.

La respuesta a la pandemia del coronavirus es el asunto principal en muchas carreras a través del país. Everytown ha presentado un anuncio que llama la campaña de “las dos crisis”, que argumenta que los estados afrontan “dos crisis sanitarias: la del covid-19 y la de la violencia con armas de fuego”. Para algunos analistas, ello indica cuán lejos ha llegado el movimiento a favor de un control más estricto en la tenencia de armas de fuego.

“Han salido a ganar. Y lo harán de las maneras más efectivas, ya sea que se enfoque en su asunto central o no”, dijo Jim Kessler, vicepresidente ejecutivo de política en Third Way, un grupo de pensamiento progresista en Washington DC.

A inicios de la década del 2000, Kessler trabajó como director de política e investigación de Americans for Gun Safety y dice que desde entonces ha visto un cambio en el equilibrio de poder. Los grupos que apoyan un control más estricto en la tenencia de armas de fuego que antes eran jugadores pequeños ahora han equiparado a la ANR.

“Creo que el equilibrio puede haber cambiado hacia la otra dirección, incluso en este punto”, dijo Kessler. “Y creo que, sabes, después de muchos vaivenes estamos en la cúspide para aprobar nuevas leyes sobre armas de fuego razonables pero importantes a nivel federal y estatal”.

Kessler ha trabajado por décadas con asuntos sobre las armas de fuego. Durante ese tiempo, ha luchado desde una posición rezagada en comparación con organizaciones que apoyan regulaciones más flexibles sobre la tenencia de armas de fuego. Pero ve el 2020 de forma diferente: “Junto con la debilidad de la ANR, este puede ser el inicio de una nueva era en torno a las armas de fuego”.

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En estados como Carolina del Norte, sin embargo, eso no está asegurado. Con un bloque de electores rurales y un 33% de los electores registrados que no se ha afiliado a ningún partido, no es tan simple como un asunto de rojo o azul.

“Realmente no siempre se puede definir tan fácilmente como ‘Oh, eres demócrata así que apoyas las restricciones (a la tenencia de) armas de fuego’. Pues no, ese no típicamente es el caso”, dijo David McLennan, profesor de ciencia política en Meredith College en Raleigh. “El nombre ANR aún tiene mucho peso. Así que pienso que la influencia (de la ANR) no se basa solo en términos de contribuciones a las campañas, sino en que son muy efectivos en labores de cabildeo ( lobby)”.

Pero McLennan también ve la creciente influencia de grupos que abogan por medidas para un control más estricto en la tenencia de armas de fuego. Particularmente porque Everytown ha distribuido anuncios más allá de su objetivo central.

“Quieren ser percibidos como jugadores”, dijo. “Por lo que creo que sucede como en la pesca: tienes que dejar la carnada un poco para que venga el pez. Creo que en política tienes que entrar al juego para, más adelante, poder ser percibido como un jugador”.

Y, por supuesto, de cierta manera es un juego de números. Everytown tendrá mucho más éxito en lograr la aprobación de leyes sobre armas de fuego si los demócratas controlan una o dos cámaras de las legislaturas estatales en Carolina del Norte y otros estados. Y las regulaciones sobre armas de fuego usualmente tienen pocas chances de poder ser iniciadas a nivel federal.

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“Es parte de esa idea de lograr que la cámara o cámaras estén listas para presentar un proyecto de ley sobre armas de fuego. Y eso simplemente ha sido imposible de lograr, particularmente esta década, porque los proyectos no llegan a ninguna parte”, dijo McLennan. “Estos serán los tipos de candidatos que, si son elegidos, será más fácil que al menos escuchen a los grupos como este y sus posturas sobre las armas de fuego”.

Caitlin Leggett de WUNC colaboró con esta historia. Guns & America es un proyecto de medios públicos que hace reportería sobre el papel de las armas de fuego en la vida de Estados Unidos. Este artículo fue traducido al español por Patricia Vélez.