La silenciosa batalla de las universidades en Texas para proteger a sus estudiantes indocumentados

Entre noviembre del 2016 y abril del 2017 cinco universidades en todo Estados Unidos se declararon 'campus santuario' para sus estudiantes indocumentados. Con ello, estas instituciones académicas ofrecen una serie de garantías, como no revelar el estatus migratorio de sus estudiantes indocumentados a agentes de inmigración sin orden judicial, no permitir redadas o la entrada de agentes de ICE sin orden judicial , y ofrecer orientación y ayuda económica para los estudiantes sin papeles.

En el estado de Texas, donde hay 30 de las 4,726 universidades que no aceptan esta autodenominación, particularmente están ofreciendo una ayuda a su población estudiantil indocumentada tal cual como si fueran un campus santuario. Según los seis presidentes de las universidades en Texas que entrevistó Univision Noticias esto es para “ evitar hacer de los estudiantes un blanco de la ley“.

Batallas en silencio

David Leebron, presidente de la Universidad de Rice, reconoció a Univision Noticias que están sujetos a las leyes estatales y federales, y el autodenominarse campus santuario significaría declararse exentos de dichas leyes, y no pueden hacerlo.

Según Leebron, tal designación pondría a los estudiantes en mayor riesgo de dos maneras por el simple hecho de autodenominarse así.

Pero enfatizó en la serie de beneficios que le brindan a sus estudiantes indocumentados: No discriminan en base al estatus migratorio o ciudadanía. Para los solicitantes y estudiantes con estatus de DACA, los tratan como residentes legales para todos sus propósitos, y proporcionan ayuda para becas cuando los préstamos a través de los programas federales de ayuda financiera no están disponibles.

“Si se toman medidas que amenazan a nuestros estudiantes indocumentados directamente, exploraremos todas las vías legales disponibles para continuar apoyando el éxito de nuestros estudiantes. Tal respaldo podría incluir apoyo financiero adicional, vivienda y recursos de asesoramiento. Además no revelaremos ninguna información que pueda ser utilizada para deportar estudiantes“, dijo el presidente.

Otro caso parecido ocurre en la Universidad del Norte de Texas (UNT) donde su director de comunicaciones, Amy Armstrong, aseguró que la institución no buscará esa designación porque les parece muy arriesgada para sus estudiantes indocumentados.

Sin embargo, aclaró que “le ofrecemos a nuestros estudiantes indocumentados consejería y pruebas gratuitas, consultas a través de la Oficina Legal Estudiantil, que tiene conexiones dentro de la comunidad con recursos que pueden ser útiles para estudiantes indocumentados, una variedad de recursos a través de la oficina del Decano de Estudiantes (o Dean of Students, en inglés), el Centro Multicultural, la oficina de UNT-Internacional y otras áreas que apoyan a todos los estudiantes“.

Leyes federales y estatales

En Texas se dieron dos periodos puntuales donde los estudiantes indocumentados le pidieron a las universidades autodenominarse campus santuario. El primero fue el 27 de marzo del 2017 cuando el fiscal general Jeff Sessions condicionó a las universidades de Texas que se querían convertir en santuario a cumplir con las leyes federales o perderían los fondos que reciben.

El segundo, el 7 de mayo cuando el gobernador de Texas, Greg Abbott, firmó la ley SB4, que prohíbe las ciudades santuario en este estado y que entrará en vigor a partir del próximo 1 de septiembre.

Petra Falcon, directora de Promise Arizona confirmó que "las universidades en Texas no se autodenominan campus santuario, pero les están ofreciendo las mismas garantías, en silencio, a sus estudiantes beneficiarios de DACA“, algo que considera una "una estrategia muy inteligente".

La Universidad de El Paso Texas utiliza el mismo mensaje diplomático de las otras universidades: "Todas las políticas nuestras giran en torno a las leyes estatales y federales y no podemos declararnos recintos santuarios", aclaró Elizabeth Ashby, directora de comunicaciones.

La Universidad de Rice, la Universidad de Houston, la Universidad de Texas en El Paso, la Universidad A&M de Texas y la Universidad de Texas Valle del Río Grande entendieron que la mejor forma de proteger a sus estudiantes indocumentados es tratarlos como ciudadanos estadounidenses y trabajar por ellos en silencio, sin olvidar que son inmigrantes y que están en un país donde sus leyes buscan deportarlos.

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