¿Está preparada tu ciudad para darle techo a los 50,000 trabajadores que traerá Amazon?

Cuando Amazon se mudó a Seattle, la ciudad cambió drásticamente. Entre las cosas negativas que sucedieron estuvieron el aumento de los precios de la vivienda, la sobreutilización de la infraestructura existente y el tema de los empleos, los cuales no se comportaron de forma positiva para todos, como se había prometido. La relación entre el gigante de la tecnología y su ciudad sede se torno amarga.
Y ahora Amazon podría repetir la experiencia en otro lugar con su HQ2. ¿Cuál de las 20 ciudades recientemente preseleccionadas que aspiran a convertirse en la segunda sede del gigante de la tecnología tiene más probabilidades de seguir un camino similar, en caso de que se acepte su oferta? Un nuevo mapa de la Institución Brookings da algunos indicios al respecto.
Este mapa muestra las áreas metropolitanas según su capacidad para generar viviendas y absorber el mercado que llegará con el HQ2 de Amazon. En naranjo, están las ciudades con altos precios y dificultad para construir; en amarillo aquellas en procesos de gentrificación; en celeste las urbes amigables y estables; y en azul oscuro las ciudades con capacidad gracias a la antiguedad de sus viviendas.
Programa de Política Metropolitana de Brookings
En él, Jenny Schuetz, miembro del Programa de Política Metropolitana de Brookings, clasifica las finalistas según la naturaleza de sus mercados de vivienda, demostrando cómo algunas están en una mejor posición para absorber el impacto de los 8 millones de pies cuadrados en espacio de oficinas que se requieren para la operacióny los 50,000 o más trabajadores bien pagados que atraerá a la ciudad.
Schuetz divide las 19 finalistas estadounidenses en cuatro categorías (Newark se ha representado como parte del área metropolitana de Nueva York, y el norte de Virginia y el Condado de Montgomery, Maryland, han sido transferidos a Washington DC. Toronto fue excluida porque no había datos comparables disponibles). Los puntos de colores más cálidos en el mapa representan lugares muy caros como Nueva York, DC y Boston, donde los alquileres ya son demasiado altos y la oferta de nuevas viviendas es a corto plazo.
La segunda categoría, en amarillo, incluye lugares como Denver, Austin y Nashville. Éstas son ciudades donde los precios de la vivienda han subido en los últimos años, y continuarán subiendo. Y las presiones resultantes de la gentrificación han estado impulsando a las personas a salir a las calles en señal de protesta. En caso de que una de estas ciudades se convierta en el sitio para la segunda sede de Amazon, existe una buena probabilidad de que los antiguos residentes sean expulsados más rápidamente, lo cual enfurecerá a más residentes. "La nueva sede de Amazon produciría repercusiones perceptibles en las ciudades más grandes", escribe Schuetz. "Para las áreas metropolitanas más pequeñas, el efecto podría ser como un maremoto".
Las áreas metropolitanas de azul claro, como Chicago, Atlanta, Columbus y Dallas, son las que tienen el mayor espacio para crecer. El hecho de que estas áreas metropolitanas tengan regulaciones relativamente laxas que permiten un ajuste fácil a las crecientes necesidades de vivienda y el amplio espacio de oficinas significa que es poco probable que sufran una crisis importante cuando Amazon llegue a la ciudad, concluye Schuetz.
La última categoría es las ciudades azul oscuro: Indianápolis, Newark (no se muestra por separado en el mapa), Filadelfia y Pittsburgh, están entre las que tienen muchas viviendas desocupadas, pero con parques inmobiliarios de mayor antigüedad y más deteriorados que podrían requerir mejoras para satisfacer los gustos de la élite y la fuerza laboral de Amazon atraída por las comodidades.
Hay mucho enfoque y especulación sobre lo que Amazon está buscando—incluso de ciudades que quedaron fuera tras el corte. Pero Schuetz les pide a las que sí quedaron incluidas —las ciudades que ahora están intentando a toda costa endulzar sus ofrendas a Jeff Bezos— que analicen bien a qué le están apostando su dinero.
"A medida que las 20 finalistas negocien con Amazon durante el próximo año, las autoridades locales deberían preguntarse a sí mismas —y a sus electores— si los beneficios del HQ2 superarán los costos económicos y sociales", escribió Schuetz.
Este artículo fue publicado originalmente en inglés en CityLab.com