Otros dos altos exfuncionarios antinarco de México, acusados en NY por aceptar sobornos del cartel de Sinaloa

Los exfuncionarios policiacos mexicanos Ramón Pequeño y Luis Cárdenas Palomino fueron acusados este 30 de julio en Nueva York de tres cargos de conspiración para distribuir cocaína para el cartel de Sinaloa, como parte del caso contra el exsecretario de Seguridad Pública mexicano, Genaro García Luna.

Documentos judiciales obtenidos por Univision Investiga muestran que los exfuncionarios mexicanos fueron incorporados a la acusación contra su exjefe, adicionalmente por "por haber brindado protección e información al cartel de Sinaloa, a cambio de sobornos".

"Los exfuncionarios no están bajo custodia policial, permanecen en calidad de fugitivos", dijo a Univision Investiga John Marzulli, vocero de la corte del distrito Este de Nueva York.

Pequeño estaba a cargo de la división de inteligencia de la policía, donde tenía como responsabilidades el monitoreo de los reclusos en las cárceles de máxima seguridad de México, cuando en julio de 2015 se escapó de una de ellas Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, líder del cartel de Sinaloa.

El caso contra García Luna comenzó el 4 de diciembre de 2019, cuando un gran jurado aprobó acusarlo de tres cargos de narcotráfico y uno de falsedad en declaraciones. Cinco días más tarde, García Luna fue detenido en Texas. Él vivía en Estados Unidos desde 2012, donde tenía varios negocios, entre ellos una compañía de seguridad.

Pequeño, de 53 años y Cárdenas Palomino, de 51, fueron incluidos como coacusados en el caso en una ampliación de la causa penal (superseeding indictment), radicada en la corte en Nueva York este 30 de julio.

Ambos exfuncionarios fueron colaboradores muy cercanos a García Luna durante años. Cárdenas Palomino fue su compañero desde sus primeros años como agente de seguridad nacional, a finales de la década de 1980, y su último puesto público fue como jefe de la División de Seguridad Regional de la Policía Federal de México.

El documento afirma que los tres acusados habrían facilitado los envíos de la droga hacia Estados Unidos, dieron acceso a información confidencial sobre cárteles rivales, detuvieron a líderes de los cárteles rivales –en lugar de los cabecillas de Sinaloa– y colocaron a otros funcionarios corruptos en posiciones de poder en ciertas áreas de México controladas por el Cartel de Sinaloa.

Por primera vez desde que inició el caso, la fiscalía dio más detalles de cuáles son los hechos específicos en los que pretende involucrar a los acusados.

"García Luna presuntamente ayudó a al menos seis envíos por un total de más de 50,000 kilos de cocaína. Además, los acusados colocaron a otros funcionarios corruptos en posiciones de poder en ciertas áreas de México controladas por el Cartel de Sinaloa. Al menos en dos ocasiones, el Cartel entregó personalmente sobornos a García Luna en maletines con millones de dólares", dice la acusación ampliada.

La supuesta complicidad con el cartel habría comenzado en enero de 2001, según la acusación, cuando García Luna, Cárdenas Palomino y Pequeño habrían conspirado para distribuir cocaína hacia Estados Unidos. En 2002 y 2003, “García Luna distribuyó cocaína personalmente ” y “poseyó y distribuyó cocaína” en Estados Unidos.

Junto a los otros coacusados, García Luna habría participado en otros envíos de cocaína del cartel de Sinaloa hacia Estados Unidos en marzo, septiembre y octubre de 2007.

En su página personal, se afirma que Cárdenas Palomino obtuvo un premio por parte del Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI, por sus siglas en inglés) en 2001 por su "destacada labor policial en México" y que bajo su gestión se incrementó la confiscación de drogas, armas y personas delincuentes en México.

Pequeño era uno de los funcionarios de confianza de García Luna desde que este dirigió la Agencia Federal de Investigaciones, el equivalente al FBI, entre 2001 y 2006.

Trabajó otra vez con García Luna durante el gobierno de Felipe Calderón, como jefe de seguridad regional en la Policía Federal. Durante el gobierno de Enrique Peña Nieto fue nombrado jefe de la División de Inteligencia de la Policía Federal.

Pequeño estaba en ese puesto cuando El Chapo se fugó de un penal de máxima seguridad por un túnel de una milla, que llegaba desde un paraje cercano justamente hasta su celda. Tras la fuga, Pequeño fue cesado de su puesto público en México, pero no fue acusado penalmente.

Las acusaciones actuales contra los tres exfuncionarios devienen precisamente del juicio contra El Chapo Guzmán. Durante el juicio, otro líder del cartel, Jesús 'El Rey' Zambada, declaró que habían entregado millones de dólares en sobornos a García Luna.

Las autoridades estadounidenses siguieron investigando y ahora los fiscales han conseguido que el caso contra García Luna esté a cargo del juez Brian Cogan, el mismo que presidió el juicio de Guzmán.

El fiscal federal interino del caso, Seth DuCharme, dijo en un comunicado que las oficinas del departamento de control de drogas (DEA, por sus siglas en inglés) en Houston y Nueva York han participado activamente en el caso y un equipo especial antinarcóticos, radicado en Nueva York, se ha hecho cargo de recopilar información para el juicio, que incluye hasta hora más de 60 mil páginas de documentos.

"Durante casi dos décadas, García Luna traicionó a los que había jurado proteger al aceptar sobornos de miembros del Cartel de Sinaloa para facilitar sus crímenes y potenciar su empresa criminal", declaró DuCharme.

Más de una década al servicio del narco

La acusación ampliada afirma que García Luna habría recibido sobornos de Sinaloa entre 2001 y 2012, esto es, durante los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón en México.

"Cárdenas Palomino y Pequeño García también fueron funcionarios mexicanos de alto nivel que trabajaron bajo García Luna durante este tiempo. Cada uno recibió millones de dólares en sobornos del Cartel de Sinaloa", afirman los documentos judiciales.

La colaboración con el cartel, dicen los documentos, consistió en que les permitieron un paso seguro para la droga e información sobre cárteles rivales, como ya decía la acusación de diciembre pasado contra el exsecretario de seguridad.

"Las ventas de drogas del Cartel de Sinaloa en los Estados Unidos generaron miles de millones de dólares en ganancias. Las ganancias se lavaron para enviarlas a México y, a menudo, el dinero de la droga se transportó físicamente de Estados Unidos a México en vehículos que contenían compartimentos ocultos y por otros medios clandestinos", dice la acusación ampliada.

Pequeño ha sido investigado en México pero no ha sido acusado hasta ahora.

Cárdenas Palomino fue investigado por la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda mexicana. El titular de la unidad, Santiago Nieto, presentó una denuncia por lavado de dinero contra Cárdenas Palomino, en la que se alega que movió sumas millonarias en México en una red de empresas fachada.

"Operaron después de que él dejó los cargos públicos, pero evidentemente se dio a partir de las negociaciones y de la información que obtuvo como servidor público", dijo Nieto.

Derivado de la acusación, le congelaron sus cuentas bancarias. Cárdenas Palomino promovió un recurso judicial para que se le descongelaran sus cuentas, pero un juez se lo negó.

Nieto dijo a Univision que Cárdenas Palomino era un "objetivo relevante" en la colaboración mexicana con las autoridades judiciales de Estados Unidos.

García Luna se ha declarado no culpable de todos los cargos y su abogado ha dicho que pretende ir a juicio. Esta semana, se había programado una audiencia para su caso, pero fue pospuesta a octubre. De ser encontrado culpable, enfrentaría una pena entre 20 años y cadena perpetua. Los coacusados enfrentarían entre 10 años y cadena perpetua.