Marbella fue estrangulada en Tijuana y su presunto asesino se presentó en su funeral para dejarle flores

“Ni una mujer más”, se leía en la playera que vestía Juan Pérez, una consigna que repetían todos los que asistieron al funeral de Marbella Valdez, una estudiante de 20 años que fue encontrada sin vida en un camino de terracería en la ciudad fronteriza de Tijuana el 8 de febrero.

Algunos fotografiaron el momento cuando Pérez se acercó al ataúd de Marbella sosteniendo una imagen de la joven y un oso de peluche. Llevaba gafas negras y su semblante aparentaba tristeza. También lo captaron dejando una corona de flores blancas sobre la tumba de la estudiante. A los deudos les dio el pésame.

Pero la Fiscalía de Baja California alega que se trató de una coartada para que no sospecharan que este hombre había asesinado a Marbella unos días antes. Según los investigadores, Pérez acosó a su víctima a tal grado que le jaqueó sus cuentas en las redes sociales e instaló un sistema de geolocalización en su auto.

Finalmente, la secuestró, violó, estranguló y arrojó su cadáver en un camino de tierra detrás del fraccionamiento Barcelona de la delegación Santa Fe, señala la Fiscalía.

El cuerpo fue encontrado atado de pies y manos la madrugada del 8 de febrero. Sus familiares reportaron su desaparición tres días antes y su búsqueda se intensificó en las redes sociales.

Juan Pérez fue detenido el viernes al ser considerado el principal sospechoso del crimen y desde entonces se encuentra en la cárcel La Mesa. El semanario Zeta informó citando fuentes oficiales que la presencia del sospechoso en la escena del crimen fue confirmada por uno de sus aparatos electrónicos.

“El agente del Ministerio Público de la Fiscalía Especializada en Delitos contra la Vida obtuvo la orden de aprehensión gracias a los elementos de prueba presentados ante el juez de control y con el apoyo de los informes de investigación”, señalaron las autoridades en un comunicado.

Quienes vieron a Pérez dándolo el último adiós a Marbella lo describen como algo surreal, pues sucede un período en que México está conmocionado ante una ola de feminicidios e infanticidios.

“Vistiendo una camiseta con la leyenda que exigía ‘ni una más’, el presunto asesino de Marbella se presentó en su funeral, incluso se acercó a darle el último adiós con el féretro abierto. En su rostro no mostró ningún tipo de remordimiento”, detalló el fotógrafo Omar Martínez en su página de Facebook.

Familiares de Marbella lo consideraron un acto de “cinismo” y “una falta de respeto”. Medios mexicanos reportaron que Pérez fue señalado como uno de los principales sospechosos desde que encontraron el cadáver de la joven, pero no le impidieron entrar al funeral para no entorpecer las investigaciones.

Este hombre es propietario de una empresa de limpieza y tiene antecedentes penales por causar daños a una propiedad ajena en México.

Marbella era estudiante de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) y conoció a su presunto homicida en la gasolinería en la que ella trabajaba.