SAN SALVADOR, El Salvador.- Después de una serie de investigaciones por narcotráfico y evasión de impuestos que fracasaron a lo largo de tres décadas, una juez de El Salvador pidió este sábado prisión preventiva para José Adán Salazar Umaña, conocido como Chepe Diablo, un empresario acusado de dirigir una red que lavó 215 millones de dólares, según los fiscales.
Cae en El Salvador empresario señalado por EEUU de capo del narco tras décadas de investigaciones
José Adán Salazar Umaña, alias "Chepe diablo", está acusado de ser el cabecilla de una red de narcotráfico. Fue detenido esta semana por el supuesto blanqueo de 125 millones de dólares. Su detención esta semana salpica al vicepresidente de El Salvador, Óscar Ortiz.


La detención de este hombre que fue señalado como capo del narcotráfico por EEUU salpica ahora al mismísimo vicepresidente de El Salvador, Óscar Ortiz, por las investigaciones por presunto lavado de dinero en una sociedad en la que ambos participaban.
Chepe Diablo tiene 69 años y reside en Metapán, un municipio ubicado en el noroccidente de El Salvador. Metapán es una ciudad clave para el contrabando de mercadería y para el tráfico de drogas porque tiene puntos ciegos que conectan con Guatemala. La Policía asegura que la organización que controla esas rutas se llama Cártel de Texis y es dirigido por Chepe Diablo y el alcalde de Metapán, Juan Umaña Samayoa, prófugo.
En la década de los 80, Chepe Diablo se dedicaba a cambiar dólares y quetzales en la frontera. Luego formó una pequeña empresa a la que bautizó como Hoteles San José y construyó un hotel en Metapán. Después de esa empresa, llegaron los días de vacas gordas: construyó cuatro hoteles más, fundó farmacias y gasolineras, invirtió en casas de cambio. La Fiscalía le reprocha que no reportó al fisco los miles y miles de dólares que circularon por sus cuentas bancarias.

"Lo que se logró establecer es que sus ingresos son completamente diferentes a lo que mostró a la administración tributaria. Lo que se está estableciendo es que omitieron declarar al fisco hechos generadores de tributación, de ahí que el dinero al momento de ocultarlo se vuelve ilícito y es que tratan de legitimarlo a través de diferentes depósitos de productos financieros que abrieron en el sistema financiero”, dijo uno de los fiscales del caso, quien pidió no ser identificado. Chepe Diablo y tres miembros de su grupo familiar son acusados de lavar 24.5 millones de dólares.
Los fiscales aseguran que los procesados realizaron negocios inmobiliarios y de vehículos que no tienen ninguna lógica. Por ejemplo, Sara Paz Martínez Bojorquez, exesposa y socia de Chepe Diablo en la empresa que maneja los hoteles, pagó un dólar por un vehículo que costaba 57,000. En sus declaraciones al fisco, la señora Martínez reportó que sus ingresos eran de 50,000 dólares, pero los fiscales dicen que le encontraron en sus cuentas bancarias 5.4 millones de dólares.
Su socio, un alcalde prófugo
El 23 de mayo de 1997, Chepe Diablo fundó una empresa para el cultivo y la venta de granos básicos y azúcar. La llamó Agroindustrias Gumarsal y su socio principal era un comerciante llamado Juan Umaña Samayoa, quien unos años después incursionó en la política y se convirtió en el alcalde de Metapán, una ciudad fronteriza con Guatemala.
Según la Fiscalía salvadoreña, entre los años 2003 y 2015, la empresa Gumarsal tuvo un incremento patrimonial no justificado de 177.1 millones de dólares. Chepe Diablo vendió sus acciones y la empresa quedó bajo el control del alcalde Umaña Samayoa y su hijo Wilfredo Guerra Umaña, también acusados de lavado de dinero. La Policía intentó capturarlos el pasado 5 de abril, pero ellos lograron escapar.
Tanto Chepe Diablo como el alcalde Umaña Samayoa son viejos conocidos de los investigadores policiales. En la década de los 80, el alcalde fue capturado en un punto ciego cuando traía café de contrabando desde Guatemala. A finales de la década de los 90, el Ministerio de Hacienda investigó a las compañías de estos empresarios por evasión de impuestos, pero la investigación no rindió ningún fruto.
En 2011, la Fiscalía abrió una investigación por narcotráfico que culminó con la captura de Roberto Herrera, conocido como El Burro Herrera, otro de los líderes del Cártel de Texis. Un tribunal capitalino condenó a Herrera a 51 años de prisión por dos casos de narcotráfico y por robo de vehículos. Aunque en esa investigación había indicios que apuntaban hacia Chepe Diablo, los fiscales no continuaron las investigaciones.
En el 2014, Chepe Diablo fue acusado de evadir impuestos por medio de su empresa de hoteles. Los investigadores encontraron en su contabilidad cheques falsos y pagos a proveedores que nunca le prestaron algún servicio. La estrategia del empresario fue pagar una multa de medio millón de dólares para cerrar el caso. El fiscal general de la República, Douglas Meléndez, dijo que investigan la forma en que se cerró el caso porque su antecesor, Luis Martínez (actualmente en prisión por corrupción) ignoró evidencias que apuntaban al lavado de dinero.
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El caso salpica a políticos
Chepe Diablo es un personaje que ha sido investigado muchas veces por narcotráfico y lavado de dinero. En el año 2006, la Unidad de Investigación Financiera de la Fiscalía husmeó sus cuentas bancarias, sus negocios, y perfiló un modus operandi: “él invierte en empresas que están en pésimas condiciones económicas” que luego se declaran en quiebra.

En esa investigación también se determinaba que Chepe Diablo se empeñó en cultivar sus contactos con el mundo político: "Busca influir en círculos políticos y del gobierno para obtener favores”, consignó el informe de la investigación que, en el 2006, tampoco rindió ningún fruto.
En el proceso judicial que comenzó este sábado, los fiscales aseguran que han detectado 30 empresas de fachada que fueron utilizadas para lavar dinero. “Se crearon sociedades de cartón para justificar el paso de dinero por ellas y también para excusar los incrementos patrimoniales”, dijo Jorge Córtez, jefe del Grupo Especial contra la Impunidad de la Fiscalía.
Una de estas empresas es Desarrollos Montecristo, de la cual es socio Óscar Ortiz, actual vicepresidente de la República, del partido de izquierda Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
Esta compañía compró inmuebles y luego los vendió para perder hasta el 75% de lo que había pagado. Además, Desarrollos Montecristo no presentó su declaración de impuestos al Ministerio de Hacienda. “Da un indicio que estamos frente a una actividad de lavado de activos”, dijo el fiscal. Chepe Diablo también tiene como socio a Marcos Salazar, diputado suplente del partido de derecha, Arena. Mientras que el alcalde Umaña Samayoa es financista del Partido de Conciliación Nacional (PCN), de derecha.
Durante tres años, Chepe Diablo fue considerado “relevante traficante de droga extranjero”, una lista que elabora la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC), del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos.
El pasado 7 de abril, dos días después de su captura, la embajada de los Estados Unidos en El Salvador informó que Chepe Diablo fue removido de la lista porque la información actual era insuficiente para considerar que tiene un papel significativo en el tráfico internacional de narcóticos.
“La remoción de la lista no debe ser vista en contexto de otras actividades delictivas en las que pueda estar o haber estado involucrado”, indicaron los funcionarios estadounidenses.
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