Carolina del Norte, Winston-Salem.- En medio de la ola de protestas a favor de la igualdad y en contra del abuso de la policía, los trabajadores de una empresa de jardinería en Carolina del Norte fueron víctimas de un presunto caso de racismo el pasado miércoles.
"Por el color de la piel": Llaman a la policía por presencia de jardineros latinos y afroamericanos en un vecindario
Como "hombres sospechosos", así fueron vistos un grupo de trabajadores en Carolina del Norte. "Como esto no era un asunto policial, los oficiales abandonaron el área", dijo el capitán de la policía de Winston-Salem, José Gómez. El incidente ha sido repudiado por más de mil personas en las redes sociales.

La compañía Hope Lawn Care denunció en Facebook que una mujer supuestamente llamó a las autoridades luego de ver a tres trabajadores afroamericanos, y uno de origen hispano, en la residencia de un vecindario.
Un oficial de la Policía de Winston-Salem (WSPD) acudió al lugar luego de recibir la supuesta denuncia. El incidente ha sido repudiado por más de mil personas en las redes sociales.
"Cuando llegaron, notaron que una vecina los miraba y luego sacó su teléfono. Unos minutos más tarde, WSPD llegó. El oficial les dijo a los muchachos que una persona llamó sobre 'hombres sospechosos' en la casa de sus vecinos", compartió Hope Lawn Care en Facebook.
Tim Bibb, un pastor que trabaja como mentor para Hope Lawn Care, llevó a la tripulación de cuatro personas, incluido su hijo, a un trabajo al norte de Winston-Salem, según compartió Associated Press.
Bibb dijo que una mujer observaba al personal mientras pasaba por el vecindario, y en su tercer recorrido, notaron que la residente de Winston-Salem hablaba por su teléfono celular.
"Estábamos bromeando: 'Mira, ella está llamando a la policía'", dijo Bibb. Poco después, el oficial llegó a la escena, como se ve en una imagen compartida por Hope Lawn Care en Facebook. La agente pudo confirmar que los trabajadores fueron contratados para proporcionar servicios de jardinería en la residencia, dijo el capitán de la policía de Winston-Salem, José Gómez.
"Como esto no era un asunto policial, los oficiales abandonaron el área", comentó Gómez, según Associated Press.
Tras el incidente, los trabajadores no se sintieron seguros de permanecer en el lugar, por lo que recogieron sus herramientas y se marcharon.
El pastor calificó la experiencia como "extremadamente decepcionante", y rechazó el hecho de que alguien pueda juzgar a una persona y llamar a la policía "por el color de la piel".
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